Mediante este proyecto se crearon más de 45 talleres de capacitación para alumnos y pobladores de la región en: enfermedades zoonóticas, carpintería, huertas orgánicas, conservación del bosque nativo, diagnóstico socio-económico-productivo, producción de plantas ornamentales y nativas, implementación vivero forestal, orientación vocacional, elaboración Proyecto Educativo Institucional, Diagnostico Problemático Integrado, entre los principales.
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Asimismo, hubo más de 70 talleres de capacitación con las familias que participaron de los microcréditos, que apuntan a “mejorar el ingreso monetario y la alimentación de las familias, desde octubre de 2008”. El profesor Leandro Sabanés, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, detalló a Argentina Investiga que “se viene implementando un microcrédito a través de la articulación de trece escuelas primarias rurales, dos escuelas secundarias y el Centro Cultural de la Municipalidad de Alpa Corral. A la fecha se otorgaron 798 microcréditos-grupales-solidarios-rotativos, de los que participaron más de 250 familias”. Como ejemplo, indicó que “en la línea de microcréditos para producción de pollos parrilleros, se produjeron más de 55 mil kilos de carne de pollo, a un costo de nueve pesos el kilo (septiembre 2014)”.
Sabanés afirmó que de cara al futuro “seguimos con la misma lógica del microcrédito” en busca de “estimular la generación de empleo autónomo con formación de cooperativas”. La ayuda obedece a que los residentes de la zona sur de las sierras Comechingones “tienen una realidad bastante crítica” con “ingresos escasos”. Si bien “en la última década se empieza con la construcción de viviendas”, lo cual reduce el desempleo, “los trabajos calificados los hace gente de afuera, de Río Cuarto y de Córdoba”. Una de sus consecuencias es una alimentación con demasiados hidratos de carbono y pocas proteínas, frente a lo cual la producción de pollo es no sólo fuente de ingresos, sino también de mejoras nutricionales. Se intenta “hacer que los alimentos sean propios, fomentar los agricultores familiares” y “hacer un cinturón agroecológico”. Con los pies en la tierra, se asume que “es muy difícil reducir a cero el uso de veneno”, lo que no obsta para aspirar a que “se minimice” su uso. En síntesis, que la economía local y la producción sustentable se den la mano hoy para que haya mañana.
El proyecto ha contemplado cinco talleres de capacitación en “desarrollo territorial” y “agroindustrias” para alumnos y docentes de la UNRC y técnicos de la región, y un estudio de las principales transformaciones de la estructura agraria de la región. Como lo cuenta Sabanés, “trabajamos con escuelas rurales y la comunidad. Brindamos capacitación donde vemos que falta para que ellos puedan generar sus propios empleos”. Es así que en estos días “hay gente que está haciendo ladrillos block, artesanías, tejidos, emprendimientos con ropa y dulces con microcréditos”.
Se procura dar ayudar a quienes han sido desplazados por una tecnología que “genera cada vez menos empleo”. Si además se considera que “el planeta se degrada día a día, estamos en un contexto bastante desfavorable”, de ahí que “necesitamos proyectos que piensen en tecnología que demande, no que ahorre, mano de obra”.
El proyecto se conjuga en presente y en futuro. “Con el objetivo de formar futuros profesionales comprometidos políticamente con el mundo rural se defendieron cuatro tesis de grados, dos de la Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV) y dos de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto, con base en la problemática del proyecto”. El profesor Sabanés consignó también que “cuatro tesis de grado de alumnos de la FAV están en elaboración”. Aseveró además que “participaron 32 alumnos de las carreras de Agronomía, Veterinaria, Filosofía, Psicopedagogía, Psicología, Comunicador Social, Contador Público y Abogacía (UNRC), desde el comienzo del proyecto a la fecha”.
En cuanto a formación de docentes del proyecto, señaló que “participaron ocho docentes, seis de la UNRC de las carreras de Agronomía, Ingeniería Forestal y Licentura en Psicopedagogía y dos de Universidad Federal de Rio Grande do Sul- Brasil, desde el comienzo del proyecto a la fecha”. Cabe agregar que hay en curso “una tesis de Maestría en Ciencias Agropecuarias basada en la problemática de la región de estudio del proyecto”.
Lo realizado conlleva formación de organizaciones sociales, marco en el cual se constituyó “un grupo de Cambio Rural – INTA con doce agricultores familiares de la región de Las Lagunitas” y se creó “una cooperativa de trabajo en Río de los Sauces”.
La visibilidad del proyecto también quedó de manifiesto al consagrarse quinto finalista del Tercer certamen sobre Economía Social y Desarrollo Regional 2014 - Fundación CIESO (Centro de Investigaciones en la Economía Social). Participó con el título “Emprendimientos familiares y microcréditos como aportes al desarrollo regional: una experiencia en el sur de las Sierras Comechingones (Córdoba)”. Sus hacedores: Sabanés, Leandro; Villaberde, María Sergia; Albornoz Britos, Nelli; Albelo, Carolina; Funes, Erica Luciana; Heguiabehere, Amparo; Tamioso, Mickela; Pistelli, Franco y Caceres, Marcelo.
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Del proyecto participan las localidades cordobesas de Achiras, Las Albahacas, El Chacay, Alpa Corral, Berrotarán, La Calera, Río de los Sauces, los parajes Las Tapias, San Bartolomé, Las Lagunitas, San José, San Francisco, La Escondida, Cerro Colorado, Río de la Cruz Oeste, San Roque, cada uno de ellos mediante escuelas y organizaciones comunales y sociales.