Cada año la primavera desnuda el agujero de ozono. A través de las imágenes satelitales se ve una mancha violeta sobre la Antártida, que luego se esparce sobre Argentina y Chile mientras llega el verano. Aunque los pronósticos son optimistas respecto a la recuperación de la capa, el proceso llevará unos ochenta años. Hasta que eso suceda, los investigadores monitorean la pérdida de ozono y su principal consecuencia: la llegada de la radiación solar ultravioleta a la Tierra.
Mostrar la Química de otra forma a los estudiantes a partir de cuentos, videoclips, e-books y hasta obras en Braille, es el objetivo de Quimicuentos, un proyecto que llevan adelante investigadores junto a docentes y alumnos. La idea es incorporar saberes vinculados a la química en el proceso de aprendizaje para que puedan ser transmitidos y resulten de utilidad en la vida cotidiana.
Un grupo de investigación de la Facultad de Ingeniería analiza cómo tratar los Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), contaminantes del aire que son emitidos a la atmósfera y que tienen acción química nociva propia, por lo que generan enfermedades como el cáncer, afecciones respiratorias y neuronales. Para ello, los científicos trabajan con un catalizador de origen nacional con el que tratan a los COVs por medio de oxidación catalítica, lo que representa un proceso efectivo y de bajo costo.
El ambiente incluye la formación de estromatolitos en lagunas hipersalinas ubicadas a 4.000 metros sobre el nivel del mar. Los estromatolitos nacieron con la aparición del planeta y colaboraron en el surgimiento de la vida. Por esta causa, son valorados en el estudio de rastros de vida en otros planetas como Marte, donde se encontraron restos de estromatolitos fósiles. El desierto de la Puna, el sitio del hallazgo, es el más parecido al Planeta Rojo que hay en la Tierra. El estudio de los estromatolitos descubiertos cobra particular interés por sus múltiples aplicaciones en biotecnología y porque abrirá muchas investigaciones futuras.
En su sede de Trelew, el departamento de Física monitorea la capa de ozono y utiliza instrumentos provistos por la NASA para detectar los niveles de aerosoles en la atmósfera. La información, resultado de las mediciones, es compartida con la agencia norteamericana y con las 300 estaciones de este tipo que existen alrededor del mundo y forman la red “Aeronet”. Los investigadores buscan confirmar el vínculo entre las enfermedades de la piel, como el Melanoma -uno de los causantes del cáncer de piel- y los rayos ultravioletas, para que se elaboren planes orientados a la detección precoz y la prevención de estas patologías.
Un laboratorio del CEILAP instalado en la Base Aérea Militar de Río Gallegos estudia las variaciones que se producen en la atmósfera, y a partir de la instalación de un semáforo que mide los niveles de radiación ultravioleta y mediante una campaña que alerta a la población cuando la dosis supera los niveles recomendados, la UNPA se incorporó al trabajo con proyectos de investigación destinados a la comunidad. El laboratorio integra la Red Aeronet de la NASA -a través de instrumental que mide partículas en suspensión en la atmósfera, junto con otras 400 estaciones del mundo- y brinda toda la información al Servicio Meteorológico Nacional. Por los avances logrados, el Conicet declaró “sitio de mediciones” a la Estación de Río Gallegos.
Un equipo interdisciplinario de la UNCuyo construye un biodigestor, un sistema que ahorra energía y espacio porque reutiliza la basura y la transforma en gas para "pasar" el invierno y en abono para las plantas. El biodigestor proveerá gas a los invernaderos de la escuela y al domicilio del personal que cuida el establecimiento. El digestor es un reactor biológico que sirve para transformar los residuos orgánicos en abono. La idea es que la propuesta pueda replicarse en la zona, un lugar donde hay muchas agroindustrias que generan una gran cantidad de basura. Estos sistemas tienen mucho uso en países como China y la India.
El concreto fotocatalítico utiliza la radiación solar para reducir la contaminación. Una científica argentina forma parte del equipo de investigadores holandeses que pone a prueba este sistema en Europa. En los ensayos previos se monitoreó la calidad del aire en el lugar y luego compararon los niveles de contaminación de esa calle con otra construida con adherente normal. La clave de la tecnología es la incorporación de dióxido de titanio en la mezcla.
A partir de la interacción entre la radiación ultravioleta y los gases de efecto invernadero, investigadores estudian la modificación del papel regulador del mar sobre la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. El trabajo de campo se realizó a lo largo de todo el Atlántico, desde el Ártico a la Antártida.
Un informe de la UNPSJB revela que el cambio climático y la contaminación que se observan a nivel mundial estarían incidiendo en la flora de la región patagónica.
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