Miguel Pedro Angela, médico clínico.
En el libro “Examen clínico. Anamnesis, semiotecnia y diagnóstico físico”, el experimentado médico clínico Miguel Pedro Angela pone al lector en contacto con el paciente, explica cómo hablar con él, cómo tocarlo, qué síntomas indagar. La obra, que le llevó a su autor 18 años de arduo trabajo, describe en detalle el examen clínico, desde el encuentro con el enfermo hasta el examen del paciente en coma. El texto se complementa con fotografías, imágenes y figuras.
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“La clave está en interrogar e interpretar todo lo que el paciente muestra desde que ingresa al consultorio”, explica en entrevista con Argentina Investiga este ex catedrático de la facultad de Ciencias Médicas y formador de varias generaciones de médicos clínicos en Mendoza.
-¿Qué lugar ocupa la clínica médica en el ámbito de la medicina?
-La clínica médica es la base de toda la medicina. Hoy se le ha puesto el título de medicina interna, en contraposición a la externa, que es más para los cirujanos y los traumatólogos. Pero ha sido y seguirá siendo siempre la base de la medicina, porque es la que establece el contacto que yo tengo con usted como paciente. Un médico, cuando va haciendo experiencia, ve un montón de detalles que otras personas, que no tienen este entrenamiento, no pueden ver.
No puede haber medicina sin clínica de base; por eso está la clínica médica, que es la totalidad de la medicina. Y la clínica y la semiología por especialidades, que ven un sector nada más, por ejemplo, pulmón. La clínica es tan amplia que es muy difícil que un médico pueda llegar a abarcar todo; por eso se crearon las especialidades. En EEUU, por ejemplo, hay onfalólogos, médicos dedicados a ombligos. El especialista sabe muchísimo de una cosa, el clínico poco de muchas. Por eso es que se hacen interconsultas con las especialidades cuando el clínico tiene dudas.
-¿Qué lo llevó a realizar el libro?
-Cuando hacía revista de sala en la Cátedra y en el hospital, tenía todos los días alumnos, médicos residentes y concurrentes, médicos de planta, y hacíamos revista de las 60 camas para discutir los casos. Eso obligaba a actualizarse. Entonces, un día me pregunté ¿por qué no junto todo esto y le doy forma de libro?, pero para mí, como para reunir apuntes, consultas y lecturas. Con el tiempo se fue haciendo cada vez más grande, hasta que decidí darle forma de libro. Todos los dibujos los hice yo porque soy dibujante, y tenía muchas fotografías del servicio que había hecho un amigo, con toda esa iconografía se completó.
-¿Cuáles son las claves de la clínica médica que difunde?
-Este es un libro de la base de la clínica que es la semiología, la disciplina médica que enseña cómo se va a interrogar a un paciente sobre su enfermedad, cómo se lo observa, qué elementos se tienen para elaborar diagnóstico y cómo aproximarse a él para examinarlo. Después, surgen los diagnósticos de posibilidades; a veces, ese diagnóstico se hace tan sólo con una mirada, por el aspecto de la cara, por cómo habla o cómo camina. Pero, en general, es el interrogatorio y el examen físico de todos los órganos del cuerpo lo que permite elaborar uno o varios diagnósticos posibles. A eso se le agregan, para confirmación o para estudio, múltiples análisis, radiografías, resonancias, los que se llaman estudios por imágenes.
El libro habla de lo primero y no de lo segundo, porque cada día más vemos que, por diversos motivos, el médico no le pude dedicar mucho tiempo al paciente, a la conversación con el paciente que es tan informativa, porque tiene que hacer muchas otras cosas para sobrevivir. Se ha desvirtuado esta parte de la semiología por el pedido de estudios; a ver si sale algo por tiro de escopeta de estos análisis.
-¿Implica eso una deshumanización de la medicina?
-Se ha perdido la humanización; entre el enfermo y el médico hay ahora una mutual o un servicio social que interfiere muchísimo. Además, la situación del médico que recién se recibe desde algunos años ha empeorado. Hoy es muy poco lo que se le paga en los hospitales y las obras sociales. Todo eso ha hecho perder este humanismo que tanto se le exige a la medicina desde la época de Hipócrates.
-¿Estas páginas están basadas sólo en su experiencia o hay también literatura médica?
-No se puede hacer un libro de medicina tan sólo con la experiencia personal, sino también consultando la obra de otros autores que hayan visto lo mismo, que hayan estado más en el tema.
-Para formarse como médico clínico, ¿sólo hace falta el estudio o hay perspicacia o instinto también?
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-Hace falta aprender, estar metido en el hospital horas y horas viendo enfermos. En medicina es la experiencia lo que marca el futuro de cada médico. Aparte, hay un toque especial en cada individuo, lo que marca que se diferencie. También está la formación autodidacta, que es la que hemos hecho la mayoría de los médicos antes de que surgieran las residencias. Pero siempre con el enfermo adelante; la medicina no se aprende por televisión, sino con el hecho vivo con el cual uno está tratando.