En la actualidad, el InTAD lleva adelante el proyecto de investigación llamado “La tecnología digital interactiva aplicada a la danza, aplicaciones y consecuencias teóricas”, lo que motivó la creación de un Grupo de Experimentación en Tecnología Aplicada a la Danza (GETAD), cuya actividad consiste en la utilización de dispositivos interactivos con el fin de observar cómo pueden ser aplicados en diseños escénicos basados en el movimiento.
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El profesor Aníbal Zorrilla, director del InTAD, señaló a Argentina Investiga que, en conjunto con los nuevos desarrollos de la tecnología digital -presentes en la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana-, se fue conformando un campo multidisciplinar en la práctica artística, caracterizado por la asistencia de computadoras.
La incorporación de nuevas tecnologías interactivas puede afectar la dinámica del espectáculo, en tanto que involucran al público en el momento de creación artística por medio de un sistema que responde de forma dinámica a las distintas acciones de los espectadores, a la vez que modifica el desarrollo de los acontecimientos que componen la obra. Por ejemplo, en obras musicales, muchas veces, la aparición de nuevos sonidos depende del movimiento del espectador en una zona determinada.
Para comprender este tipo de interactividad, Aníbal Zorrilla propone el modelo de interacción basado en la conversación humana de Garth Paine, donde la conversación es única y personal de los participantes; única en el momento de la interacción, que varía de acuerdo con el desarrollo del diálogo y está dentro de un paradigma común (puesto que ambos participantes hablan la misma lengua). En este modelo, el punto de partida es conocido por uno de los participantes pero el desarrollo es impredecible. Se trata de un proceso muy dinámico.
Esta concepción de interactividad considera a la relación público-artista-sistema en un plano de paridad jerárquica en la construcción del hecho artístico, por lo que la interactividad está basada en la capacidad que tienen las partes de cambiar de acuerdo al discurso que se produce entre ellas.
Por otro lado, la incorporación de tecnologías digitales afecta la concepción del cuerpo humano como un elemento central de la danza, ya que amplía sus márgenes y posibilidades al aportarle nuevas perspectivas y dimensiones espacio-temporales. Esta incorporación nos introduce al concepto de cuerpo híbrido, cuya característica es la combinación de la tecnología de naturaleza digital con el componente humano y otro tipo de tecnologías no digitales.
En la obra, el cuerpo híbrido se traduce en la utilización de la proyección en tiempo real de la imagen corporal de un actor que se encuentra en un espacio escénico distante del espacio donde se encuentra la bailarina de carne y hueso. La utilización de este recurso tecnológico no está exenta de posibles errores; a su vez, plantea nuevos desafíos, en tanto se ejercen nuevos movimientos que no están programados en el cuerpo, sino que se generan a través de la interacción con el sistema. Así como se descubren nuevos movimientos que definen una dinámica posible de movimiento entre muchos.
El InTAD trabaja con el software Isadora, creado y desarrollado por el estadounidense Mark Coniglio. Se trata de un entorno de programación gráfica, donde las herramientas de trabajo están divididas y separadas en categorías según sus funciones y atributos. Estas herramientas u objetos son llamadas “Actores” y éstos son seleccionados y arrastrados dentro de un bloque llamado “Editor de escena”, donde se conectan entre sí de una manera intuitiva y generan un sistema que puede llegar a ser muy complejo.
En palabras de Aníbal Zorrilla “Isadora es un programa muy amigable con el usuario; permite programar sin que uno prácticamente se dé cuenta de que está programando”. En ese sentido, se destaca su potencialidad para llegar a resultados complejos aún cuando el usuario no tiene grandes conocimientos en tecnología.
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Por último, aprovechando las características de Isadora, el GETAD trabajó en el laboratorio Conectar Lab, con el fin de investigar la posibilidad de integrar las nuevas tecnologías en las escuelas. Sostiene Zorrilla que hay un acercamiento a la tecnología en el que se pone más de relieve el aspecto lúdico; en ese sentido, dice, “se muestra a la tecnología como un lugar donde se puede hacer música y danza y no únicamente su concepción utilitaria. Para la universidad es muy importante este encuentro con las escuelas porque necesita conectarse con la comunidad”.