Por primera vez y a través de un mapa que utiliza el código del semáforo -rojo lo más peligroso, verde lo mejor y amarillos y naranjas para los moderados- un grupo de geólogos liderado por la doctora Susana Degiovanni, brinda información accesible sobre las zonas donde hay alto riesgo de profundización de ríos, erosión lateral e inundaciones en los sistemas fluviales del sudeste de la provincia de Córdoba.
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La geóloga indicó a InfoUniversidades que a través del mapa se puede conocer, entre otras cosas, la calidad del agua en los diferentes lugares, y en función de las calidades conocer si hay agua apta para el consumo humano o animal, mediante lo que se conoce como campas de aptitud de uso y de calidad ambiental.
Con este avance, cualquier autoridad de gestión de recursos hídricos que acceda al material tendrá información acerca de cuáles son las tasas de erosión, cuáles las de profundización, hasta qué punto es bueno o malo hacer canalización, es decir, intervenir con infraestructura (obra del hombre) y hasta qué punto algunas de las cosas que pasan con los cursos de la región no dependen sólo de la actividad del hombre sino que están vinculadas a cambios climáticos o a razones tectónicas.
Ante la falta de registros oficiales sobre los caudales de los ríos en el sur de la provincia de Córdoba y de un monitoreo continuo y sistemático por parte de reparticiones oficiales, Susana Degiovanni dijo que esta información fue obtenida a través de las diferentes mediciones y registros realizados durante dos años mediante geoindicadores. Mientras que la información histórica fue recuperada a través de la memoria de pobladores y de fuentes periodísticas.
Anarquía
Según la geóloga, los problemas ambientales derivados del agua superficial, como los cursos de aguas de la región, son muy frecuentes. “Es muy común ver en los medios periodísticos cortes de ruta por inundación, lo que pone en riesgo rutas y puentes por erosión lateral o por profundización”, dijo Degiovanni, y agregó que “son problemas frecuentes, atacados desde la provincia con distinto grado de éxito, en los que los diferentes productores que se ven afectados, intervienen a su modo”.
Todas las intervenciones humanas generan consecuencias, en los últimos 20 años de investigación se observó que hay mucha anarquía a la hora de manejar situaciones problemáticas vinculadas a los recursos hídricos.
Zonas conflictivas
La especialista explicó que las zonas más conflictivas en el sur de la provincia son las cuencas altas y los tramos medios de las redes de drenaje, que nacen al sur de Comechingones y se dirigen hacia la depresión de los bañados del Tigre Muerto, al sur de San Basilio, o a la depresión del Saladillo, porque tienen problemas de erosión vertical, es decir, de profundización. “Son redes que están reactivadas, y en muchas de ellas se encuentran saltos o cascadas de erosión que ponen en riesgo rutas y puentes. La tendencia indica que hay redes que se están integrando y profundizando” ahondó.
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En las cuencas bajas (Tigre Muerto) aparece como relevante el riesgo de inundación. “Son zonas inundables, no sólo por aportes del sistema superficial, sino porque son zonas deprimidas, donde el agua subterránea (nivel freático) está en la superficie”, cerró la investigadora.