“La pérdida de plantas de las especies consumidas por el ganado como consecuencia de la sequía ocurre porque las plantas pastoreadas son más propensas a morir cuando están sufriendo estrés por falta de agua”, señalaron los doctores Roberto Distel, Ricardo Rodríguez Iglesias y Daniel Peláez, del departamento de Agronomía de la UNS a InfoUniversidades.
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Que se pierdan más o menos plantas durante la sequía depende del manejo previo del pastizal. Una planta sobrepastoreada desarrolla un tamaño chico, tanto en la parte aérea como en la parte subterránea, es decir, las raíces. Estas plantas son las primeras en morir cuando falta el agua. Por el contrario, una planta pastoreada en forma prudente, es decir, con descansos apropiados luego del pastoreo para permitir su recuperación, desarrolla mayor tamaño y es menos susceptible a la falta de agua. Según los investigadores “el sobrepastoreo se origina usualmente por exceso de animales en el campo y pastoreo continuo. Un manejo prudente se basa en mantener una carga conservadora y pastorear en forma rotativa para permitir la recuperación de las plantas”.
La consecuencia de que se pierdan más o menos plantas durante la sequía queda reflejada en las posibilidades de recuperación del pastizal y en la pérdida de receptividad ganadera. “Cuando durante una sequía se pierde una gran cantidad de plantas de las especies de mayor valor forrajero, al revertirse la situación quedan más recursos, como agua y nutrientes, disponibles para el crecimiento de especies perennes de menor valor forrajero que, al ser menos pastoreadas, resistieron mejor la sequía, como pajas y arbustos, o para el crecimiento de pastos de estación, que tienen productividad estacional y muy dependiente de las precipitaciones. “En ambas situaciones, tanto la factibilidad de recuperación del pastizal como la receptividad ganadera resultan comprometidas. Por el contrario, si la pérdida de plantas de las especies más consumidas por el ganado no fue tan marcada, la recuperación del pastizal y de la receptividad ganadera es más factible y más rápida”, ilustraron los especialistas.
La clave de la forma más apropiada de manejar el pastizal después de la sequía a fin de recuperarlo es mantener la carga animal en el nivel más bajo posible. Además de implementar un sistema de pastoreo rotativo para favorecer la recuperación de las plantas sobrevivientes y el establecimiento de nuevas a partir de semillas.
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“También habrá que estar atentos a la invasión de especies indeseables como arbustos, pajas y procurar medidas para su control. De lo contrario, podrían ocurrir cambios muy difíciles y costosos de revertir, como por ejemplo la formación de fachinales o pajonales”, concluyeron los investigadores.