Cuando se manipula la materia a la escala tan minúscula de átomos y moléculas, demuestra fenómenos y propiedades totalmente innovadoras. Es por esto que los científicos utilizan la nanotecnología para crear materiales, dispositivos y sistemas con propiedades únicas.

Con más de 60 investigadores trabajando a pleno en proyectos específicos, equipos de alta complejidad valuados en más de un millón de dólares y 300 publicaciones con referato sobre el tema, la Universidad Nacional de La Plata está a la vanguardia en el desarrollo de la nanotecnología, considerada “la ciencia del futuro”.

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Según un informe realizado por el CAICYT (Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica) -organismo del Conicet que realiza estadísticas en distintas áreas científicas- la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) junto con la UBA y la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), lideran el ranking de producción científica dentro de la nanotecnología a nivel nacional. Este informe fue pedido por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que promueve el financiamiento de proyectos tendientes a mejorar las condiciones sociales, económicas y culturales en la Argentina.

Aunque la nanotecnología comienza a ser difundida en estos últimos años, la UNLP es pionera en la materia. El INIFTA (Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas, Teóricas y Aplicadas) de la UNLP, comenzó en 1992 a observar el mundo “nano”. Se transformó así en uno de los primeros institutos nacionales dedicados a la Nanociencia, que se instaló formalmente en la Argentina recién en el año 2004. Este instituto aportó al mundo científico alrededor de 300 publicaciones con referato desde el año 2000 hasta la actualidad, el 20 por ciento del total de las publicaciones del país.

La Nanotecnología trabaja en la escala del nanómetro que es la millonésima parte del metro. En la escala de longitud, todo aquello que esté por debajo de los 100 nanómetros, se enmarca en de la Nanotecnología.

Aplicaciones

Desde el punto de vista aplicado, la nanotecnología impactará en áreas como la salud, el transporte, la industria manufacturera, electrónica y textil, entre otras. Ya existen en el mercado de varios países, incluida la Argentina, productos constituidos con nanopartículas y nanotubos de carbono. Prendas con nanopartículas suavizantes, lavarropas con nanopartículas de plata que eliminan bacterias, heladeras que incorporan estas nanopartículas y que permiten conservar los alimentos por más tiempo.

Esta tecnología comienza a aplicarse también en la esterilización de material hospitalario, utilizando nanopartículas de plata, para lavar la blanquería o pintar las paredes. Según explicaron los técnicos, logra destruir las bacterias que pueden provocar diversas infecciones hospitalarias. Otros productos en el mercado son las raquetas y pelotas de tenis, realizadas con nanotubos de carbono, que tienen mayor resistencia y duración.

A nivel salud, se esperan avances importantes. En EEUU ya se están probando en pacientes nanopartículas que ayudan a destruir tumores. También se encuentra en desarrollo un papel en base a nanofibras de celulosa, que presenta una resistencia a la ruptura superior al acero. “Si bien en algunos países del mundo la nanotecnología se presenta como la Segunda Revolución Industrial, en mi opinión y la de otros expertos del área es que está sobrevendida. Hay sectores en los que todavía queda mucha investigación que realizar, como es el caso de la nanoelectrónica. Si bien se está trabajando para reemplazar algunos sistemas con nanotecnología, estamos muy lejos de realizar íntegramente una computadora en base a moléculas” explicó Salvarezza a InfoUniversidades.

En la Argentina, la nanotecnología se incorporó también en cuestiones ambientales. Algunas empresas ya se dedican a la descontaminación utilizando esta tecnología, por ejemplo con nanoparticulas de hierro que eliminan el PBC. Roberto Salvarezza contó que “en Paraguay hubo un caso de una planta eléctrica que contaminó un radio importante con PBC, y una empresa argentina ganó la licitación para decontaminarla utilizando la nanotecnología”.

Nuestro país realiza una inversión muy escasa, comparada con países de Europa o EEUU, en la Nanociencia, ya que el sector empresarial argentino generalmente es reacio a adaptarse a nuevas tecnologías. Sin embargo, a partir de los resultados que está brindando esa práctica, el ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, a través de la Fundación Argentina de Nanotecnología, comenzó a financiar proyectos que involucran a empresas e investigadores interesados en esta temática.

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“Tanto el Gobierno como las empresas privadas empiezan a darle un lugar a la nanotecnología, ya que Argentina puede también competir en esta área introduciendo productos nuevos en el mercado” concluyó Salvarezza.