Investigadores de la Facultad de Ingeniería avanzan en el conocimiento de la problemática de las inundaciones urbanas en las ciudades del nordeste, focalizando en aspectos del comportamiento del agua pluvial. Para el proyecto se utilizan “microcuencas urbanas”, que permiten medir y estimar el comportamiento del escurrimiento de aguas y extrapolar los resultados a las cuencas urbanas de la región. En esta investigación, puntualmente se trabaja en una microcuenca de la calle San Lorenzo, de la ciudad de Resistencia, utilizada como modelo, en la que se observan distintos aspectos durante los eventos de lluvia.
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Aunque la investigación se realiza desde 2007, el aumento de las precipitaciones desde noviembre del año 2010 posibilitó profundizar las mediciones ante el incremento de la frecuencia de lluvias y su intensidad. “Resulta necesario avanzar en el conocimiento detallado de los procesos hidrológicos en las ciudades, para contar con datos fiables que permitan realizar propuestas de intervención” explicaron a InfoUniversidades los ingenieros Carlos Depettris y Alejandro Ruberto, dos de los responsables del proyecto que se realiza en el departamento de Hidráulica.
La problemática que rodea a las inundaciones urbanas del Área Metropolitana del Gran Resistencia tiene una base de puntos en común con ciudades como Formosa, Clorinda, Corrientes, Posadas y Goya, entre otras urbes de la región. Es por esto que “las singularidades que pudieran caracterizar a cada una de las ciudades no impiden tratar un conjunto de aspectos que resultan centrales para un apropiado manejo del agua pluvial en toda la región” dijo Depettris. No obstante, agregó que las observaciones que se realizan en la microcuenca de la calle San Lorenzo de Resistencia serán complementadas con estudios sobre los procesos de erosión, transporte y sedimentación en el resto de la ciudad de Resistencia, así como en otras áreas urbanas del nordeste.
hidrogramas
El ingeniero Ruberto señaló que con los datos recabados y los que vayan generándose se construirán los hidrogramas, que muestran el comportamiento del agua pluvial en la cuenca urbana analizada, lo cual constituye un registro de información clave para la intervención humana en pos de incidir en el movimiento del agua superficial. Otro de los aspectos principales del estudio se vincula a los sedimentos en las áreas urbanas, para evaluar su incidencia en los procesos de escurrimiento. Para esta medición, el grupo de investigación diseñó un mecanismo que permite en forma práctica y simple la recolección de agua y sedimentos, y su posterior análisis de laboratorio.
Concentraciones urbanas
Depettris reseñó que aproximadamente el 34,3% de la población de las provincias del Nordeste Argentino se encuentra concentrada en sus capitales: Resistencia, Corrientes, Posadas y Formosa. Estas ciudades, que conforman concentraciones urbanas complejas y se encuentran a la vera de los ríos Paraná y el Bajo Paraguay, han ocupado el territorio en forma desorganizada, por lo que el agua y las crecidas de los cursos fluviales que las rodean son parte decisiva en las condiciones de habitabilidad y en la calidad de vida de sus habitantes. El crecimiento no planificado de las áreas urbanas originó un aumento de la impermeabilidad como factor desequilibrante por la generación de volúmenes superficiales excedentes.
A ello debe sumarse la ocupación no controlada de áreas deprimidas pertenecientes a ambientes fluviales que fueron transformadas en lugares habitables, o bien de territorios próximos a las márgenes de ríos y arroyos. Ante este escenario, es necesario diseñar bases metodológicas que estudien, controlen y monitoreen el funcionamiento hidrológico urbano, partiendo de la instalación y puesta en operación de redes de mediciones hidrometeorológicas en las ciudades, que colecten datos de intensidad y duración de eventos pluviales, niveles hidrométricos, caudales y otros, con los cuales será posible el planteo de soluciones adecuadas y optimizadas.
En el proyecto está incorporado el desarrollo de propuestas de solución que no dependan sólo de medidas estructurales, sino también de la incorporación efectiva de medidas no estructurales que conformen, ambas, el apoyo para la formulación de un Plan Director de Drenaje Pluvial urbano en cada ciudad.
Cuencas urbanas, ciudad por ciudad
El Área Metropolitana del Gran Resistencia incluye a la ciudad de Resistencia y a los municipios de Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas, y presenta como características un amplio frente sobre el río Paraná y ser atravesada por el río Negro, cuya cuenca inferior se desarrolla en gran parte dentro de esta área. El relieve es llano, con terrenos de muy baja pendiente, y alberga grandes zonas deprimidas, que conforman la planicie de inundación del río Negro y el sistema lagunar asociado a éste. El sistema de desagües está constituido por la combinación de zonas de escurrimiento superficial y redes de conductos y canales que desaguan en lagunas naturales o en el río Negro. Este sistema sufrió en los últimos años el impacto del crecimiento explosivo de la población urbana; el incremento de las áreas impermeabilizadas; la ocupación de áreas deprimidas que formaban parte de los originales sistemas lagunares o de áreas inundables de los ríos, lo que disminuyó su capacitad de almacenamiento.
En la ciudad de Corrientes la problemática del impacto de la urbanización sobre el drenaje urbano no presenta mayores diferencias con respecto a las otras ciudades mencionadas por la baja energía del relieve. Los predios barriales son loteados y vendidos rápidamente y con ello desaparecen los reservorios y humedales que sirven como amortiguadores en casos de precipitaciones intensas. El déficit habitacional incrementa la construcción de viviendas y las obras de equipamiento urbano, aumentando las superficies impermeabilizadas. Las redes de desagües pluviales son escasas y no funcionan correctamente por causa de los taponamientos, producto de la basura que se acumula, y de no haber un plan sistemático de limpieza. Contribuye con esta problemática la gran cantidad de sedimentos que se acumula en los conductos, provenientes de las calles de tierra, debido a la erosión y lavado de los suelos en épocas de precipitaciones.
Ubicada sobre el río Paraná, la ciudad de Goya para protegerse de las inundaciones generadas por las crecidas del río, diseñó un sistema de defensa que la convierte en un recinto cerrado, con estaciones de bombeo para eliminar excesos pluviales. Al igual que Resistencia, la ocupación de zonas de inundación y la creciente impermeabilización de la ciudad, provoca que ante eventos reiterados o intensos de precipitaciones las estaciones de bombeo no alcancen a eliminar en tiempo adecuado los excesos pluviales.
La capital de Formosa presenta pendientes muy suaves, con abundantes depresiones, e incluso zonas donde no es posible definir una dirección dominante del escurrimiento. Además de las zonas naturalmente deprimidas, existen sectores donde la altura de calles, la falta de alcantarillado y el zanjeo realizado contribuyen a su anegamiento frecuente. Debido a las bajas pendientes existentes, en muchos sectores las divisorias de aguas son difusas y cambiantes según la presencia o no de calles levantadas respecto al terreno natural, la existencia de cunetas y la existencia, o no, de alcantarillas. Por lo tanto, existe la posibilidad de un comportamiento diferenciado según la importancia de las lluvias y del estado de carga hídrica de cada una de las subcuencas. Muchos de los problemas que se observan en el drenaje urbano de la ciudad están motivados por la construcción inadecuada de pavimento, calles de tierra y conductos de desagües pluviales de escaso diámetro o colmados por basura y con falta de mantenimiento.
En la ciudad de Clorinda, al tratar de reducir los problemas que se ocasionaron por inundaciones del río Paraguay, se construyeron terraplenes de defensa para la protección de la zona urbana, pero crearon otros problemas, como la obstrucción de los escurrimientos naturales y el aumento de niveles del agua dentro de la ciudad. Por lo tanto, las inundaciones están originadas por el desborde del río Paraguay; por el desborde de los tributarios del río Paraguay, como el Pilcomayo, el Porteño y el Porteñito, que ven disminuida su capacidad de conducción; y por las precipitaciones localizadas de gran envergadura, donde el drenaje natural es impedido por terraplenes de defensa y vías de comunicación construidos. La ciudad no cuenta con la adecuada cantidad de conductos de desagües pluviales acordes a las cuencas de aportes urbanas, ni con la cantidad necesaria de estaciones de bombeo que aporten soluciones en épocas de emergencias.
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Posadas, la capital de Misiones, posee una topografía ondulada, levemente serrana, con divisorias de aguas bien delimitadas que conforman las cuencas de los distintos cursos naturales que atraviesan la trama urbana y desaguan en el río Paraná. La regularidad de las formas del terreno queda caracterizada por importantes pendientes transversales y longitudinales o paralelas a esos cauces. Esas pendientes y la relativa impermeabilidad general de los suelos caracterizan un tipo de escurrimiento superficial de carácter torrencial. Esta combinación conduce a un comportamiento torrencial de los escurrimientos. El crecimiento demográfico es importante y sostenido, dando lugar a un crecimiento no planificado del área urbanizada y de su densidad, con el consecuente aumento de impermeabilidad como factor desequilibrante en la generación de picos de caudales cada vez mayores. Esto produce anegamientos de amplias zonas cuando ocurren tormentas intensas.