La aparición de resistencia antimicrobiana en los ecosistemas acuáticos del Chaco puede aportar a la diseminación ambiental de resistencia a los antibióticos. Los programas de vigilancia antimicrobiana proveen importante información sobre el desarrollo de mecanismos de resistencia bacteriana en diferentes regiones geográficas. Los datos que se obtienen de estos estudios permiten la aplicación de cambios en las prácticas de prescripción y en las intervenciones de control de infección, es decir que posibilitan que los médicos receten mejor y una prevención más eficiente.
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El término resistencia antimicrobiana abarca la resistencia de diferentes tipos de microorganismos y la resistencia a los medicamentos antibacterianos, antivirales, antiparasitarios y fungicidas. También llamada farmacorresistencia, se produce cuando los microorganismos, que pueden ser bacterias, virus, hongos o parásitos, sufren cambios que hacen que los medicamentos utilizados para curar las infecciones pierdan eficacia. Los microorganismos resistentes a la mayoría de los antimicrobianos se conocen como ultrarresistentes.
La ocurrencia de la resistencia antimicrobiana fue estudiada en 506 muestras de agua de bebida, de superficie y tierra del Chaco. Se obtuvieron 191 aislamientos de la familia Enterobacteriaceae. La especie encontrada con más frecuencia fue la Escherichia coli, que adquiere con mayor ritmo la resistencia. Los betalactámicos fueron los antibióticos más afectados.
El mayor incremento de resistencia a los antibióticos de las bacterias se da en países donde éstos son ampliamente utilizados para prevención o tratamiento de infecciones microbianas, tanto en humanos como en medicina veterinaria. Los antibióticos, al contrario de otros compuestos químicos, ejercen una acción directa sobre las bacterias y pueden actuar como contaminantes persistentes por la emisión continua a los diferentes compartimentos acuáticos.
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La resistencia puede interpretarse como un indicador del extendido uso de antibióticos en la región, o como la contaminación de las fuentes de agua con bacterias “rebeldes” originadas en ambientes hospitalarios. Luis Merino, uno de los investigadores, explicó que las conclusiones del trabajo permitieron indicar que la ocurrencia de la bacteria resistente-antimicrobiana en ecosistemas acuáticos en la provincia del Chaco “puede contribuir significativamente a la difusión ambiental de la resistencia antibiótica”.