La investigación se realizó en el marco de la Maestría en Medicina Oral de la UNR.
El síndrome de boca ardiente es una enfermedad cuyos síntomas se caracterizan por una sensación de “quemazón” que compromete a la lengua y se localiza, por lo general, en su punta y bordes. Puede llegar a los labios, al paladar y a la mucosa yugal e, incluso, a la garganta y el suelo de la boca. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres mayores de 60 años en el período posmenopáusico. La cátedra de Estomatología de la facultad de Odontología realizó un estudio para tratar a las personas que padecen esta enfermedad.
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Las carencias de hierro, ácido fólico y vitamina B constituyen los factores generales que provocan la enfermedad, sumado al hábito de empuje lingual sobre los dientes, los traumatismos dentarios, la presencia de sarro, las superficies de prótesis ásperas o con bordes agresivos, las reacciones alérgicas a materiales dentales (cobalto, mercurio, níquel, acrílicos), los irritantes químicos como lápices labiales, pastas dentífricas, ácido nicotínico y uso prolongado de colutorios.
Además, los pacientes que la padecen presentan un gran componente emocional, estrés psicológico y tendencia a la neurosis. Son muy frecuentes los cuadros clínicos de ansiedad y depresión asociados a trastornos psiquiátricos familiares.
En tanto que la enfermedad puede tener su origen en diversos factores, no existe aún un tratamiento específico establecido que tenga un efecto benéfico comprobable. Es por esto que se investigaron diferentes líneas, según indicó la doctora Lilia Escovich a InfoUniversidades.
Un grupo fue el encargado de investigar la saliva, otro se ocupó de los factores traumáticos como causantes de ese ardor bucal y, el tercero, se centró en la medicación. “Cuando el paciente que venía a la consulta no tenía alteraciones de saliva, ni infecciosas, ni factores traumáticos, pasaba a ser medicado para ese síndrome de ardor bucal”, explicó la doctora.
Combinación de drogas
El ensayo clínico se realizó entre 120 pacientes, atendidos en el servicio de la Cátedra, que presentaban este problema hacía más de tres meses y que aceptaron participar, previa firma del consentimiento y de haber sido aceptados por el Comité de Bioética de la institución.
El objetivo de este trabajo fue comprobar la eficacia del ácido alfa lipoico (ALA), y de la gabapentina (GABA) utilizadas, tanto en forma individual como conjunta, para la disminución de la sensación de ardor de los pacientes.
“Vimos la necesidad de probar nuevas formas de administrar las drogas. GABA es un psicofármaco que se utiliza en patologías dolorosas crónicas y ALA es un componente natural del organismo, que a veces está en escasa cantidad y actúa sobre las terminaciones nerviosas periféricas”, sostuvo el odontólogo Edgardo López.
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Los fármacos administrados, tanto por separado como en forma conjunta, fueron beneficiosos para disminuir los síntomas del síndrome de boca ardiente. La mayor cantidad de resultados favorables se obtuvo en aquellos que recibieron la combinación de ambas drogas, con un 70% de casos con disminución del ardor y con una probabilidad 13 veces mayor de presentar alivio con respecto a los que recibieron placebo.