El proyecto “Desarrollo y escalado piloto de nuevas formulaciones de grasas lubricantes biodegradables”, dirigido por Juan Carlos Yori, docente-investigador de la Facultad de Ingeniería Química y director del Programa de Valorización, Desarrollo y Escalado de Procesos Agroindustriales (PROVADE, FIQ-UNL), es financiado por la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación a través de la convocatoria: Innovar Santa Fe 2021. La institución beneficiaria es la firma Andes SA, de la ciudad de Rosario. El gran reto de esta investigación reside en la utilización de materias primas renovables como base para el desarrollo sostenible de espesantes medioambientalmente amigables y susceptibles de ser utilizados en la fabricación de grasas lubricantes totalmente biodegradables.
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Durante los últimos años, las pérdidas de lubricantes liberadas al ambiente se han convertido en un grave problema medioambiental. Teniendo en cuenta que las grasas lubricantes están formadas en su mayor parte por aceites minerales y jabones metálicos no biodegradables, existe una preocupación generalizada en el sector por sustituir estos componentes por otros biodegradables en un corto período de tiempo. Es por esto que aumenta el número de iniciativas públicas y privadas que promocionan la sustitución de recursos no renovables por otros renovables y la disminución del impacto ambiental de los residuos de los procesos industriales.
En línea con las nuevas demandas, la empresa Andes SA buscó abordar en este proyecto el desarrollo de nuevas formulaciones de grasas parcial y totalmente biodegradables, ambientalmente aceptables. “El objetivo general fue producir grasas lubricantes más amigables con el medio ambiente a partir de materias primas vegetales existentes en la región”, sostuvo Yori y añadió: “Buscamos desarrollar una grasa de uso universal parcialmente biodegradable, reemplazando el aceite mineral por un aceite vegetal en formulaciones existentes que utilizan jabones de litio, maximizando la biodegradabilidad del producto. Asimismo, se buscó desarrollar una grasa totalmente biodegradable pero utilizando jabones de calcio y aditivos compatibles”.
Lubricantes a partir de materias primas renovables
Andes SA es una empresa que se dedica fundamentalmente a la fabricación, la recuperación de aceites lubricantes usados y a la fabricación de grasas lubricantes, que son todas derivadas del petróleo, es decir, una fuente no renovable. En la actualidad, según explica Yori a Argentina Investiga, “hay una demanda importante dentro del mercado interno, traccionada principalmente por las empresas extranjeras que trabajan en Vaca Muerta. A esto se suma el tema del desarrollo del litio y la utilización de insumos biodegradables o totalmente biodegradables”. Con esta perspectiva, la empresa se contacta con el programa de FIQ para ver de qué modo podría realizarse algún desarrollo conjunto. A partir de ahí, “lo que se hizo fue desarrollar una grasa que es 100% biodegradable, una grasa multiuso, para usar en todo lo que involucre lubricación de partes móviles, motores, etcétera”, dijo el investigador.
En este desarrollo se utilizaron insumos totalmente biodegradables. “Uno de los insumos fue un aceite que nosotros desarrollamos para uso en transformador que emplea sebo vacuno e hidróxido de calcio, que es algo que no altera la composición del suelo y por eso se lo considera como algo totalmente amigable”, explicó Yori.
Desde el PROVADE se desarrolló una fórmula a escala de laboratorio (know-how) y, posteriormente, una fórmula de aplicación en la empresa en donde se hizo el escalado. Con el proyecto concluido, la empresa realizó pruebas de la fórmula en planta, de más de cuatro toneladas, “todo anduvo muy bien, se respetaron todos los tiempos acordados con la empresa y, la verdad, para nosotros es un motivo de orgullo”, manifestó Yori.
En referencia al producto terminado, José Molli, docente-investigador de FIQ, expresó: “Son más de 40 reacciones bajo distintas condiciones hasta llegar a la que puede ser viable. Incluso, mucho antes de empezar a reaccionar, se requiere haber hecho un trabajo de búsqueda, de estudio, de ver posibilidades, de discutir, como para que empiece a haber una reacción. Esto es el resultado del trabajo, de mucho trabajo, no hay milagro”.
De 100 años a 28 días
Las materias primas que se utilizan hoy en día son aceites y grasas derivados del petróleo. ¿Qué ocurre si existe un derrame en suelo o agua? Esto le demanda al ecosistema alrededor de 100 años en degradar o en remediar. Con esta nueva fórmula totalmente biodegradable, este tiempo enorme se reduce a tan sólo 28 días. Aquí radica, fundamentalmente, la tendencia a nivel mundial a ir hacia este tipo de productos. En la Argentina aún no hay legislación que obligue al uso de este tipo de grasas biodegradables, es decir, que todavía se pueden seguir comercializando las derivadas del petróleo. Sin embargo, las empresas multinacionales que se radican en nuestro país traen las normas de calidad desde sus países de origen, y sus auditorías internas los obligan a usar productos amigables con el medioambiente que no están en el mercado argentino.
Gracias a este desarrollo nacido en la universidad pública, una empresa santafesina podría convertirse también en la primera en llevar al mercado una grasa lubricante totalmente biodegradable.
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“El potencial es muy grande. Es una Pyme que se asocia con una universidad para asistir en el desarrollo de un producto innovador, con una sinergia que es fundamental destacar. Esta empresa por sí sola no puede hacer este desarrollo, porque no cuenta con los recursos ni la inversión necesarios. Pero vieron la oportunidad, nos contactaron y también sumamos al Estado provincial que genera una herramienta que lo hace posible”, describió Yori.