Integrantes del Instituto Científico, Tecnológico y de Extensión Agro-Industrial (ICTEAI) incursionaron en la realización de una cerveza artesanal saborizada con semillas de algarroba blanca. El proyecto de elaboración tuvo por objetivo evaluar y estudiar la posibilidad de producir un nuevo emprendimiento agroindustrial. Así, la nueva cerveza fue saborizada con semillas de vegetación autóctona -algarroba blanca-, lo que constituyó la matriz del proceso.
> Leer también: Analizan las propiedades alimenticias y sanitarias de la leche.
Ariana Ramos, directora de la investigación, explicó a InfoUniversidades que “la cerveza de tipo artesanal tiene como rasgo característico ser un producto sin agregado de conservantes, por lo tanto, netamente natural. Su contenido alcohólico varía según cada tipo pero, en general, es levemente superior al de la cerveza industrial. Existe infinidad de posibilidades de sabores, colores y texturas y el filtrado es opcional en este tipo de elaboraciones. Nuestro trabajo de extensión comenzó estudiando la posibilidad de saborizarla adicionando semillas de algarroba blanca, desde una investigación etnobotánica de la provincia”.
El producto obtenido de la fermentación alcohólica del mosto de cebada germinada puede generarse solo o con mezclas de otros cereales, sustancias amiláceas junto a lúpulo, levaduras y agua potable. Luego de la cocción, fermentación y maduración, la preparación es filtrada y sometida a pasteurización y a carbonatación.
En ese contexto, la especialista brindó detalles de los diferentes pasos para la elaboración de la cerveza artesanal; “uno de los primeros pasos es colocar en una olla agua potable a unos 70 grados centígrados para luego, llevarla a una segunda olla y allí hacer el macerado con cebada, cebada malta y la cebada caramelo junto con la harina de algarroba.
Así, se la lleva a unos 80 grados centígrados para que las semillas desprendan la cantidad de azúcar necesaria y se busque la ebullición del líquido. Comenzamos a agregarle el lúpulo o influorecencias para darle sabor amargo a la cerveza. Cuando se llega a una determinada densidad, se lo lleva a una enfriadora para colocarlo en otros recipientes donde se le agrega levadura, que come todo el azúcar y lo invierte produciendo alcohol y dióxido de carbono, el gas que tenemos para la cerveza. Se fermenta durante 7 días a una temperatura de 20 a 22 grados centígrados. Después, lo pasamos por otro filtro para obtener un líquido cristalino, agradable a la vista, y se lo lleva a otros recipientes donde hacemos el envasado. A partir de este momento, la cerveza debe madurar durante 20 días, siempre a una temperatura de 20 grados”.
Cerveza miel
El equipo de investigadores realizó otra prueba con éxito en la planta de producción, para elaborar la cerveza miel, además de la de harina de algarroba, “la miel le da un sabor dulce, agradable y bien regional”, explicó Ramos y continuó: “Aprovechando los productos que fabrica el laboratorio apícola de Catuna, utilizamos esta miel que llevamos a un proceso de caramelización y realizamos la elaboración de cerveza miel. Es de un color agradable y un sabor exquisito. No tiene el gusto amargo de la cerveza tradicional; es más dulce y atractivo y, a través de esta variedad, se puede ampliar el mercado de consumidores femenino sobre todo”.
En ambas variedades, la cerveza artesanal tiene una graduación alcohólica que va de un 4 a un 5 por ciento y se presentarán al público en envases de 355 centímetros cúbicos, bajo el nombre comercial de todos los otros productos que genera la Universidad: “Solar”.
> Leer también: Conservan proteínas de sangre aviar con bacterias.
Finalmente, Ramos señaló que “luego de llevar a cabo las pruebas experimentales y de realizar los primeros análisis de la bebida, se aprobó el producto y ya se realizó la compra del equipamiento que se instaló en el Parque Tecnológico de la UNLaR con el fin de producirla a escala industrial y satisfacer la demanda”.