Las encuestas arrojan datos preocupantes. Una alta proporción de alumnos fumó su primer cigarrillo entre los 10 y los 13 años y casi el 80% de los encuestados, cuyas edades oscilan entre los 13 y los 17 años, fuma entre 1 y 5 cigarrillos por día.
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El estudio forma parte de las actividades del proyecto de voluntariado universitario dirigido por la doctora Liliana Fernández y la doctora Carolina Talio. La iniciativa comenzó como un proyecto de extensión de la Universidad en 2009, y luego se presentaron en las convocatorias del voluntariado de la secretaría de Políticas Universitarias, del ministerio de Educación de la Nación.
Este año trabajan con 4 escuelas, pero han trabajado en años anteriores con otras 15 más. “Comenzamos con un cuestionario anónimo a través del cual se pretende evaluar el estado de la adicción. Les preguntamos sobre cuestiones como los componentes del cigarrillo, si saben qué es un fumador pasivo, si conviven con fumadores y si fuman. Les consultamos cuántos cigarrillos diarios consumen y les mostramos datos de nuestra investigación referidos a los contenidos de cadmio y níquel en saliva y orina de fumadores activos y pasivos”, explica a Argentina Investiga la doctora Liliana Fernández.
Estos elementos son altamente tóxicos y provocan un deterioro en la salud de los fumadores, activos y pasivos, lo cual produce en muchos de ellos cáncer. La evidencia experimental conduce una vez más a la conclusión de que la exposición al humo de tabaco constituye un severo riesgo para la salud; puntualmente, los resultados obtenidos por las investigadoras demuestran que existe una clara correlación entre los contenidos de cadmio y níquel en saliva y orina, y el grado de adicción al tabaco. O sea que el hecho de fumar representa una exposición severa a ambos metales.
Estas conclusiones a las que arribaron motivaron a las investigadoras a generar talleres de prevención en colegios secundarios de San Luis. La doctora Carolina Talio explica la importancia del tema y las consecuentes patologías que ocasiona. “Es importante destacar, sobre todo a la hora de plantear estrategias de prevención en las escuelas, aquellas patologías asociadas al tabaquismo que, sin tener una notoria incidencia sobre la mortalidad a corto o mediano plazo, sí pueden ocasionar alteraciones de la salud en la juventud. El joven es en general poco receptivo a dar importancia a las múltiples enfermedades que provoca el tabaco a largo plazo, en la edad adulta, y sin embargo, sí lo es a problemas que el tabaco puede causarle en su vida actual. Las alteraciones provocadas por el tabaquismo, como arrugas prematuras, aparición de manchas en dientes, halitosis, úlceras en las encías, entre otras, pueden servir como estímulo inicial para abandonar la adicción; sin embargo, existen otras alteraciones como las patologías respiratorias que, en ocasiones, son detectadas a corta edad.
Es importante que todos los adolescentes conozcan estos hechos para poder hacerles comprender que el tabaquismo provoca en ellos ya desde el comienzo de la adicción, alteraciones que van desde un deterioro de su imagen personal hasta una disminución en su rendimiento físico e intelectual, circunstancias que son interesantes para ser empleadas como estrategias de prevención y, por otro lado, por completo opuestas a la imagen que diariamente les presenta la industria tabacalera”.
Los alumnos voluntarios de las carreras de Química y Farmacia cumplen un rol protagónico en este proyecto “nos acompañan en las actividades de concientización y divulgación de los resultados de la investigación que realizamos, no sólo en las escuelas, sino también en plazas y lugares públicos. Los voluntarios estudian el material que les enviamos y luego trabajan en estas acciones”, especifica Talio. El proyecto busca formar líderes anti-tabaco que tengan por objetivo concientizar y formar a otras personas. “En la actualidad somos un grupo de 20 personas”, agrega.
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El proyecto ha permitido extender los talleres hacia establecimientos educativos que están tomando conciencia de la gravedad de la situación en la que se encuentran los jóvenes. “Se ha observado un beneficioso efecto multiplicativo de la iniciativa en los establecimientos educacionales visitados. Se generó un mayor compromiso institucional en la creación de ambientes libres de humo y a través de estas actividades, se trata de contribuir a una mayor integración de la Universidad con la sociedad puntana, favoreciendo el proceso de conocimiento y ayudando al mejoramiento de la calidad de vida de la población”, concluye Talio.