En la actualidad, la medicina regenerativa emplea técnicas que permiten regenerar el cartílago articular y, con ello, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de pacientes con artrosis avanzada de rodilla. Es por esto que investigadores de la Facultad de Medicina trabajan en el aislamiento de células madre de médula ósea para replicarlas (multiplicarlas) en cultivos celulares, y lograr células regeneradoras de cartílago.
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Según explicó a InfoUniversidades el doctor Oscar Rubén Benítez Pacheco, integrante del equipo de trabajo, “las células madre o stem cells son regeneradoras. A partir de ellas se origina el resto de los tejidos. Mediante técnicas de laboratorio biológico pudimos aislar estas células para llevarlas a las articulaciones que más sufren en procesos degenerativos, tales como la rodilla y cadera”. Y agregó: “Ahora estamos trabajando con stem cells mesenquimales de adultos. El único uso que puede hacerse de estas células es autólogo, es decir, para la misma persona donante”.
Las células madre pueden ser embrionarias, aquellas que son aisladas de sangre de cordón umbilical; y las stem cells de adulto, que son las aisladas de la médula ósea. A partir de estas últimas se lograron cultivos que permitieron estudiar sus propiedades funcionales y fenotípicas. “Nuestro trabajo se realiza con las células mesenquimales de adultos, que tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílagos, huesos y músculos. Las stem cells son pluripotenciales, es decir, pueden diferenciarse en cualquier otra célula de su linaje, dependiendo del medio donde se las ubique. Si las llevo y coloco en el hueso, junto a factores de crecimiento, recibirá señales del medio y producirá hueso; en cartílagos, generará cartílagos. La diferencia la da el medio tisular, porque la célula es la potencialidad total”.
La técnica
El aislamiento se logró mediante la punción de sangre de la médula ósea donde se encuentran estas células madre en pequeña cantidad. “Se toma una muestra por punción de la médula ósea con anestesia local y después se procede a la centrifugación de la muestra, para que se separen los elementos de la médula (plasma -células). Esta técnica de aislamiento se denomina Gradiente de densidad, para ella se utilizan varias sustancias (ficoll, dextran) que hacen que se separen aún más las células, y luego puedan ser llevadas a cultivo en incubadoras especiales, en condiciones similares a las que tienen en el tejido vivo, donde se multiplican las stem cells mesenquimales. Estas células estarán luego en condiciones de ser colocadas en las articulaciones que requieran regenerarse”, continuó el médico, experto nacional en tratamiento del dolor.
Pero en este proceso, de cada 10 mil células aisladas, no más de 5 son stem cells del tipo que se buscan. Esto fue lo que motivó a los especialistas a dar otro paso en su investigación, que es el de expansión en cultivos: “La expansión en cultivo nos permite aislar las células, pero en lugar de inocularlas, las sometemos a un procedimiento de cultivo celular en placas adherentes. Así, en un período de 2 a 4 semanas se logra, a partir de un número muy pequeño de ellas, su crecimiento y multiplicación. En vez de tener 2 o 3 por cada proceso de aislamiento, con la expansión, logramos obtener hasta 10 millones de células madre”, enfatizó el médico.
Las experimentaciones de ambas investigaciones se realizaron en cerdos, en el Centro de Entrenamiento de Cirugías Mininvasivas de la Facultad de Medicina de la UNNE, y las pruebas arrojaron excelentes resultados. “Con este método, la probabilidad de éxito es mucho mayor” indicó el especialista y aclaró que ya existen reportes de esta técnica utilizada con éxito en humanos a nivel internacional.
Ventajas
La gran ventaja del método consiste en que se trata de un autotransplante o autoimplante, ya que se trabaja con las células del propio paciente tomadas de su médula ósea, se replican en cultivo y vuelven a inocular en las articulaciones del mismo paciente; de manera que es un implante o transplante sin posibilidades de rechazo.
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“Hasta hoy, no había terapia demostrada que regenere cartílagos; muchos productos comercializados por la industria farmacéutica, así como algunos procedimientos publicitados como regeneradores de cartílago para tratar la artrosis, son de alto costo y ninguno había demostrado su eficacia en ensayos clínicos bien controlados. Estas nuevas tendencias abren un panorama alentador para los miles de pacientes que aguardan mejorar su calidad de vida”, sintetizó el experto.