Es la segunda vez que la Dra. Chan obtiene un premio INNOVAR.
Dos desarrollos tecnológicos de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral fueron galardonados en la cuarta edición del Concurso Nacional de Innovaciones INNOVAR 2008.
La Dra. Raquel Chan dirigió el proyecto “Generación de plantas transgénicas tolerantes al ataque de insectos herbívoros”, que se hizo acreedor de $10 mil en el certamen organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
> Leer también: Utilizarían bacterias para eliminar compuestos tóxicos.
La Dra. Chan ya había sido premiada en INNOVAR 2006 por el desarrollo de un transgénico capaz de conferir tolerancia a la sequía.
También el Dr. Mario Storti fue distinguido por su trabajo “Cosechadora de frutos por pulsos de aire”. El investigador desarrolló junto a su grupo de trabajo un dispositivo de cosecha más liviano que los convencionales. El monto que recibirá es de $3 mil.
Menos insectos
Al incorporar un gen de girasol en una planta de experimentación, investigadores del Laboratorio de Biología Celular y Molecular crearon un transgénico que es menos atacado por los insectos. Es un desarrollo biotecnológico que permitiría disminuir las pérdidas de cantidad y calidad en la producción y reducir el uso de insecticidas. “Estamos muy contentos, porque es un reconocimiento al trabajo. Vamos a usar el dinero para ayudar a comprar algunos insumos que necesitamos en el laboratorio”, manifestó la Dra. Chan, directora del proyecto. Actualmente se están haciendo ensayos en maíz, trigo y soja con resultados alentadores.
Nueva cosechadora
Por su parte, un grupo de investigadores del Intec, bajo la dirección del Dr. Storti, desarrolló una cosechadora de frutos por pulsos de aire. La máquina es apta para la recolección de frutos en general, pero particularmente para la cosecha de aceitunas.
Mientras las cosechadoras mecánicas actuales se basan en una serie de varillas de plástico que le van pegando o hacen vibrar la planta, la diseñada por los científicos de la UNL y el Conicet es completamente diferente.
> Leer también: Modo de controlar plagas en el trigo y la soja.
“Se basa en la emisión de una corriente de aire pulsada que sacude a la planta sin tocarla físicamente con algo sólido, la toca con aire como si fuera una tormenta y el fruto va cayendo", explicó Storti. La máquina resulta más liviana, lo que genera la ventaja de que no rompe el terreno y, por ende, tampoco las raíces. Esto es particularmente interesante en la Argentina, donde se empezaron a usar nuevos terrenos para plantaciones de aceitunas y, por lo tanto, están muy poco compactados. “En Italia o España por lo general los olivares son muy viejos y los terrenos son compactos", comentó el investigador y agregó: "Una empresa de Esperanza construyó el prototipo de la máquina y se está probando en Catamarca y San Juan".