La mayoría de los neologismos fueron tomados de Clarín y La Nación.
Weblog, frutos del bosque, caprese, e-book, glifosato, acorralado (referido a un depósito bancario), chill out, son algunos de los términos que incluye “1.300 neologismos en la prensa argentina”, el diccionario publicado recientemente.
Editado por las investigadoras del Instituto del Desarrollo Humano Andreína Adelstein, Inés Kuguel y Gabriela Resnik, el libro comienza con una explicación del significado de “neologismo”, porqué se determina que una palabra es nueva y los criterios de selección que se aplicaron en este trabajo.
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“Esta selección cubre sólo una parte de los neologismos de esta época, pero constituye, sin embargo, un panorama de los temas, las disciplinas, la producción cultural y las formas de entretenimiento que han tenido una presencia más marcada en la realidad social argentina del período en cuestión, tal como aparece representada por medio del lenguaje en la prensa argentina”, afirman las autoras.
La mayoría de las nuevas palabras fueron tomadas de Clarín y La Nación entre 2003 y 2005, aunque también se incorporaron vocablos de Página/12 y de periódicos regionales como Los Andes, y posteriores a 2005.
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Según las profesoras, en primer lugar, una palabra puede ser nueva por dos motivos: porque no existía previamente, como es el caso de biodiésel, o porque existía pero con otro significado, como blindaje, y en segundo lugar, depende de una serie de parámetros: cronológico (naturaleza histórica de la palabra, momento de su creación), psicolingüístico (aquellos términos que el hablante percibe como nuevos) y lexicográfico (carácter novedoso a partir de su inclusión o no en un conjunto de diccionarios). En resumen, el término “neologismo” designa el momento en que la palabra, según cada criterio, es creada, percibida o registrada como novedosa.