Investigadoras de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) reflexionan sobre la emergencia del movimiento “Ni Una Menos”, fundado por mujeres del campo intelectual y periodístico en 2015, que alcanzó un impacto nacional e internacional a partir de la masividad de sus convocatorias y su actividad en redes digitales. Lo hacen pensando a las redes sociales como un espacio multiplicador de las demandas y con el objetivo de analizar el crecimiento en las luchas contra la violencia de género y la comunicación desde el feminismo en Argentina.
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El trabajo sobre la “participación ciudadana y estrategias sociodigitalizadas en nuevas expresiones del conflicto social” se basó en el abordaje del proceso de “construcción de ciudadanía a partir del uso de redes sociales, entendidas como canales de expresión, movilización y participación en temáticas encuadradas dentro de lo que un momento y espacio dado constituye el conflicto social”.
Así, tomaron a la comunidad virtual de “Argentina Ni Una Menos” durante el período 2015 y 2016 para indagar acerca de las “disputas e intereses de la sociedad civil actual en relación a la capacidad comunicativa de las organizaciones sociales a partir de la utilización de las redes sociales como medios de participación”.
En primer término, las académicas identificaron mecanismos de participación de esta organización en Internet y en redes sociales y, posteriormente, realizaron entrevistas para luego aplicar categorías de análisis de contenido de la red social Facebook del movimiento.
“Esta investigación permite contribuir al debate teórico, al mejor conocimiento de las redes sociales y de la participación ciudadana en entornos virtuales en Argentina y a proveer información e indicadores metodológicos y empíricos para la toma de decisiones en organizaciones sociales y políticas en relación a las comunidades sociodigitalizadas, orientadas a fortalecer la participación política de la ciudadanía en contextos de conflictividad social”, explicaron.
El equipo, integrado por Malvina Rodríguez, Elizabeth Theiler, Carla Achilli, Cynthia Ávila y Paula Navarro, consideró como reflexiones finales que los nuevos comportamientos de las comunidades sociodigitales confluyen en una “propuesta contrahegemónica hacia la construcción de agenda y sentidos en centros de dominación política y mediática”. Por lo tanto, “los nuevos proyectos políticos y sociales de la autocomunicación de masas en América Latina se manifiestan en renovadas formas de militancia digital”.
Asimismo, entendieron que esa “cibermilitancia” se desarrolla como “participación sociodigitalizada” en la que convergen “los mundos online y offline”. A partir de aproximaciones teóricas, las investigadoras interpretaron que “la visibilización de discursos que habilitan estas nuevas comunidades en red implican el desplazamiento de prácticas de sentido hacia una nueva forma de convocatoria y construcción de espacios de participación, que se presentan como autónomos en relación a las mediaciones tradicionales de los medios de comunicación masivos”.
Como conclusión preliminar, el trabajo sostuvo que en la temática de género, “Ni Una Menos” demostró la “comprensión de los nuevos medios conectivos sin perder la naturalidad de la manifestación pública que ocupa las calles y los espacios de expresión ciudadana”. De todos modos, consideraron que aún está abierta la discusión sobre el impacto de estas comunidades en el escenario político e institucional.
“Las nuevas comunidades sociodigitales representan la emergencia de un contrapoder que se hace visible en las redes para salir hacia a las calles, incrementando sus posibilidades de influencia en la opinión pública; en tanto que la transformación esperada en las políticas públicas continúan siendo un objeto de seguimiento y observación”, subrayaron.
Realidad sociodigitalizada
“Las expresiones actuales del conflicto social en América Latina remiten a nuevas formas de comunicación y participación ciudadana que implican la construcción de realidades sociodigitalizadas, es decir, la configuración del espacio público a partir de la publicidad que adquieren discursos privados, individuales o grupales a través de las redes sociales y de entornos de virtualidad, en tanto la cobertura mediática participa reconstruyendo dichos entornos y, por ende, los canales de participación ciudadana en el espacio público”, definieron las investigadoras en la fundamentación del proyecto.
En su libro “La era de la información”, de 1996, Manuel Castells aseguraba que “las redes informáticas interactivas crecen de modo exponencial, creando nuevas formas y canales de comunicación y dando forma a la vida a la vez que ésta les da forma a ellas”.
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En tal sentido, dentro de las principales características que destacaron las investigadoras de esta nueva configuración de lo social, indicaron a “la virtualidad y la conexión en red” en un nuevo espacio que incorpora “imágenes, palabras y contextos en la construcción de espacios paralelos que constituyen escenarios de realidad virtual que acaban por moldear la propia realidad”.