Pablo Díaz y Mauro Guglielmi, partícipes del proyecto.
La inquietud y la curiosidad por descubrir o resolver un problema son generalmente los primeros síntomas de quienes luego se convierten en verdaderos científicos. Y en el transcurso de ese camino, Pablo Díaz, un estudiante de Ingeniería Biomecánica, Nélida Laura Herrera, estudiante de Filosofía y Letras (ambos de la UNT), y Javier Flores, profesor de inglés no vidente, crearon un proyecto que beneficiaría a los más de 5 mil no videntes que residen en Tucumán.
> Leer también: Lectura para todos.
El trabajo realizado consiste en implementar el sistema de lectura Braille en una maqueta que montará el diseño de la zona comprendida entre las 4 avenidas (Roca, Avellaneda, Sarmiento y Mitre) de San Miguel de Tucumán. Así, el ciego podrá guiarse con mayor facilidad mediante su tacto. Se conformaron las manzanas con cuadros y se implementaron figuras especiales para identificar a los distintos edificios, como la Catedral, la Casa de Gobierno o el Correo, por ejemplo.
Como buen investigador, a Pablo le costó seguir con su rutina luego de vivir una situación muy especial. “Una tarde estábamos con Mauro, un amigo no vidente, parados en la esquina de Rivadavia y 24 de Septiembre. De repente, él me pregunta si ya estábamos en la zona del banco al que nos dirigíamos. Estábamos muy lejos. El se encontraba desorientado y en la ciudad se perdía mucho. Desde ese día, me quedé con la inquietud. Algo tenía que hacer”, resaltó este joven investigador de la UNT.
En busca de soluciones
Mauro Guglielmi es locutor y preside la Asociación Sentidos. De cierta manera fue inspirador del proyecto “Conociendo la ciudad con las manos”.
> Leer también: Bibliografía digitalizada para universitarios ciegos.
“Estos jóvenes investigadores, que siempre están interesados en buscar soluciones a los problemas de los discapacitados, tuvieron una idea original. Lo que se buscará a través de esta maqueta es conocer la ubicación de las calles de nuestra ciudad mediante un sistema de Braille. El objetivo es que el no vidente tenga un sentido de ubicación a través del tacto, que es su sentido más potenciado. La maqueta tuvo muy buen resultado. La idea es que sea contemplada por el Estado, que debe cumplir su rol en una provincia como Tucumán, incapacitada para integrar a los discapacitados”, expresó Guglielmi.