¿Por qué la creación del Observatorio Clínico de Salud Mental y Adicciones en la Universidad de Belgrano? Se valoró para ello que la Universidad de Belgrano cuenta con equipos que trabajan en estas problemáticas desde hace años, procurando articular saberes psicopatológicos tradicionales de diferentes líneas teóricas, con los manuales internacionales estandarizados de nomenclatura, diagnóstico y clasificación, junto a las actuales líneas de investigación y desarrollo de conocimientos en el campo de la neurociencia, la psicología y las ciencias sociales.
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El Dr. Ferrali, uno de los Coordinadores de las actividades del Observatorio, señala que “además, se consideró la factibilidad de organizar un programa de actividades de investigación y docencia para trasladar los nuevos conocimientos y tecnologías de tipo interdisciplinario, interinstitucional e intersectorial, al trabajo clínico asistencial, con el consiguiente beneficio para la comunidad”.
La Dra. Seidmann, también miembro del equipo coordinador del Observatorio y Decana de Humanidades de la UB, señala como funciones principales del Observatorio las de:
-Organizar los conocimientos, tanto tradicionales como los innovadores, acerca de métodos de diagnóstico en salud mental, mediante la recopilación, procesamiento, sistematización, clasificación, análisis e interpretación de las grandes fuentes de información existente.
-Divulgar periódicamente los resultados, con el fin de facilitar y apoyar la investigación científica, la enseñanza y el aprendizaje en temas prioritarios para la salud mental. Estas tareas estarán destinadas inicialmente a la universidad y, en la medida de lo posible, a los ámbitos locales y nacionales.
-Establecer vínculos y conexiones con otros centros de la comunidad nacional e internacional que trabajen cuestiones análogas.
-Colaborar en tareas de educación para la salud desde un enfoque social y comunitario, manteniendo enlace con organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación y espacios de la web.
-Abrir perspectivas con otros campos del conocimiento que colaboren a la comprensión de los complejos procesos de interfase originados entre los niveles de mente, cerebro y sociedad, donde encuentra raíces lo esencial de la salud mental. Esta meta de contexto y marco tiene que servir para dar base y fortalecer a los objetivos focales, puesto que tales conocimientos constituyen elementos fundamentales que soportan dichos objetivos.
El equipo de profesionales que coordina el Observatorio ha mantenido sesiones de trabajo frecuentes, a menudo ampliadas con miembros del equipo técnico-profesional, a partir de las cuales han establecido un plan de trabajo que incluye la realización de 4 reuniones generales acerca de alguno de los grandes temas de la psicopatología. Cada una de ellas, a cargo del miembro responsable, quien expone la actualización y hace el seguimiento del desarrollo del capítulo puesto en marcha, luego de la instancia de exposición que funciona al modo taller y coordinando un foro permanente sobre su objeto específico de estudio y la realización de aportes desde una plataforma virtual. Se programaron cuatro reuniones generales por año, coincidiendo con el inicio de cada estación.
Ferrali sintetiza los temas desarrollados en las reuniones de otoño e invierno. Expresa que en la primera, dedicada a cuestiones ligadas al miedo y la ansiedad, se efectuó una revisión ordenadora de materiales sobre los conocimientos tradicionales para la clasificación de los problemas psicopatológicos, para llegar a conceptos provistos de propiedades que permitan intervenciones, aunando mayor validez diagnóstica y precisión terapéutica para obtener así efectividad clínica. Explica luego que en la segunda, es decir, la reunión de invierno, se trabajó sobre el problema de las psicosis. Se revisaron aportes y controversias en base a problemas que tienen como cuestiones centrales la dificultad de la delimitación nosológica y la búsqueda de los factores causales y mecanismos fisiopatológicos y psicopatológicos involucrados. Ambos problemas son inherentes a los criterios de confiabilidad y de validez de los constructos diagnósticos vigentes.
“Resumiendo, han quedado conformados dos capítulos de trabajo permanente; el primero de neurosis, por cuanto se optó por conservar ese término tradicional y el segundo de psicosis. Existe la decisión de que sean objeto de un examen de resultados y revisión en otoño e invierno de 2020”, expresa finalmente Ferrali.
Los coordinadores explican qué se viene:
-En primavera del año en curso se actualizará el núcleo de la vida emocional y afectiva, con el intrincado cúmulo de aspectos semánticos y nuevas perspectivas. Será una doble jornada para permitir la consideración de los trastornos del estado de ánimo, tanto unipolares como bipolares.
-En verano será el turno de la psicología social y la psicología evolutiva en sincronía con el neurodesarrollo.
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A partir de ese momento se espera completar y profundizar la revisión psicopatológica y avanzar con investigaciones en marcha, para presentar resultados durante 2022, contenidos dentro de un Informe sobre Diagnóstico y Terapéutica en Salud Mental y Adicciones.