Los investigadores basan su trabajo en los numerosos estudios que muestran que la proporción de localización de animales enfermos mediante la técnica denominada Polymerase Chain Reaction (PCR) es superior a la obtenida con los métodos tradicionales.

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Este mal afecta principalmente la eficiencia de la reproducción de vacas, ovejas, cabras y cerdos, y es considerada una zoonosis, ya que es una enfermedad propia de los animales transmisible al hombre en condiciones naturales, por la exposición a animales infectados o por ingesta de leche y productos lácteos contaminados. Se trata de una enfermedad bacteriana sistémica que puede ser aguda desde un comienzo o evolucionar hacia la cronicidad. La transmisión de brucelosis de persona a persona es extremadamente rara.

Se destacó la importancia y utilidad de un método de hallazgo rápido y seguro: “Mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa puede conocerse un resultado en pocas horas, no se necesita un laboratorio de bioseguridad elevada para la manipulación de muestras contaminadas y se evitan riesgos de exposición al microorganismo en el laboratorio. En suma, esta técnica es una herramienta muy específica y de alta confiabilidad para el descubrimiento de la patología en muestras de leche”.

Con respecto al contagio de los humanos, el director de la investigación, doctor Jorge Oyhenart, señaló que se trata de “una fiebre ondulante con complicaciones leves que puede tratarse rápidamente con antibióticos, si se diagnostica a tiempo y de modo correcto. El inconveniente radica en que la brucelosis puede pasar inadvertida, hacerse crónica y provocar secuelas importantes a mediano o largo plazo”.

En ese sentido, precisó: “La brucella es una causa importante de aborto espontáneo, puede provocar dolor en articulaciones e inflamaciones en algunos órganos, como así también acarrear significativas complicaciones neurológicas. De allí que sea primordial la prevención, puesto que no existen vacunas para las personas”.

En relación a la técnica de PCR que se propone como método de detección precoz, Oyhenart indicó que permite replicar un fragmento de ADN millones de veces amplificándolo para su estudio, “lo cual logra poner en evidencia la presencia de un microorganismo que se encuentra en cantidades muy pequeñas de sangre o leche. En el caso particular de la enfermedad, con un diseño correcto podemos saber incluso qué tipo de brucella aparece, es decir, si es una bacteria contraída en la naturaleza o causada por la vacuna”.

Además, señaló que los métodos clásicos de diagnóstico implican varios días, incluso hasta semanas, para cultivar el microorganismo. Asimismo, objetó que la identificación se basa en propiedades morfológicas, bioquímicas y serológicas con una confiabilidad limitada. Y como otro punto negativo, recordó que la alta patogenicidad de los cultivos obliga a su manipulación con extremo cuidado.

Es decisión del equipo de investigación crear una banca de ADN que sirva de base a todos los análisis posteriores, y al cabo de un tiempo de desarrollo, disponer de un análisis simple y eficaz para el descubrimiento del microorganismo en muestras de leche.

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Por otra parte, existe la aspiración de que el test pueda ser empleado en la región para la identificación certera de los animales infectados y para ayudar a discernir la existencia de animales sanos, aunque de reacción positiva en las pruebas serológicas convencionales.