Luego de cinco meses de implementación, el plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Universitarios (GIRSU UNS) que se lleva adelante en la Universidad Nacional de Sur, logró recolectar más de ocho toneladas de papel, cartón y plásticos, una cifra de importancia que implica, por ejemplo, haber salvado de la tala a 168 árboles y fabricar 12.500 nuevas botellas de 250 ml.
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Puesto en marcha por un equipo interdisciplinario compuesto por estudiantes de todos los Departamentos, investigadores, docentes y no docentes, estuvo coordinado por la doctora Silvia Barbosa, investigadora principal del Conicet, quien desarrolla sus investigaciones en la Planta Piloto de Ingeniería Química (UNS-Conicet) sobre sustentabilidad y reciclado.
El programa involucra a diario a toda la comunidad universitaria, compuesta por 30 mil personas, desde pequeños alumnos de las escuelas dependientes de la UNS hasta universitarios; investigadores, profesores y no docentes, puesto que son ellos mismos quienes realizan la separación de residuos en origen.
“La propuesta surgió de un grupo de docentes, a fin de unir la necesidad de incrementar las capacidades emprendedoras y de trabajo en grupo de los alumnos con la solución de un problema fundamental para la Universidad, como es la gestión integral de sus residuos. Los docentes abocados al proyecto realizamos investigación científica en sustentabilidad y reciclado en distintas áreas de la UNS”, explicó a Argentina Investiga Barbosa.
Tomaron parte de la comisión alumnos de Economía, Matemática, Ingenierías varias, Química, Derecho, Turismo, Física, Ciencias de la Administración, entre otros. El grupo multidisciplinario trabajó seis meses y armó el Plan GIRSU-UNS, que se aplica desde marzo de 2015. Además de los resultados materiales también elaboran estadísticas respecto de la cantidad y calidad de residuos que se producen, y con ellas comenzaron a delinear con los jóvenes emprendimientos productivos afines.
Para concretarlo se colocaron 35 cestos en las distintas sedes, con el fin de diferenciar los desechos: papel, envases u otros. También se dispusieron papeleros especiales en las oficinas.
“GIRSU UNS es un programa educativo, lo cual lo diferencia de otro tipo de actividades similares. Armamos un plan sustentable, ecológico y que reúne las necesidades institucionales, el cuidado del medio ambiente y la concientización”, agregó Barbosa.
Lo recolectado (7.930 kg de papel y cartón y 320 kg de plásticos) se remite para reciclado a un externo, que volverá a convertirlo en papel y en botellas, lo que evidencia claramente la importancia de educar en una conciencia ecológica
“La cantidad nos muestra la magnitud de los restos que se manejan en esta Casa y la idea es que los propios estudiantes propongan opciones de trabajo con éstos”, agregó la investigadora. Como se aplica también en las escuelas dependientes, el Plan se inicia con los pequeños del jardín de infantes de la UNS, desde los tres años, a los universitarios y alumnos de posgrado.
Ahora, suman otro proyecto, con fines solidarios. Es el plan “Sólo yerba”, que implicará que con ella se fabriquen ladrillones para calefaccionar viviendas de familias carenciadas, según un proyecto de alumnos del departamento de Ingeniería Química. Los yerberos se distribuyen en los edificios y en poco tiempo más se sabrá con qué cantidad de yerba mate se cuenta.
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GIRSU UNS obtuvo mención especial en el Concurso nacional “Escobas de plata, oro y platino”, en el cual se presentaron más de 50 proyectos de ONG’s, universidades y municipalidades.