Ubicado en Bariloche, depende de la Universidad Nacional de Cuyo y la Comisión Nacional de Energía Atómica. En su campus estudian e investigan unos 70 alumnos en carreras de grado y otros 120 estudiantes de posgrado. Su vicedirector, Alejandro Fainstein, cuenta a InfoUniversidades algunas claves del Instituto y desmitifica el rótulo de “genios” que se les atribuye a sus estudiantes. Para él, cualquiera con intereses en la física y la tecnología tiene las puertas abiertas.

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-¿Por qué existe la idea de que entrar al Balseiro es algo a lo que sólo los “genios” acceden?

-Es una idea totalmente errónea, además de contraria a los intereses y objetivos del Instituto Balseiro. Supongo que una serie de cuestiones deben contribuir a esta imagen. Para empezar, en general en nuestro país, donde la ciencia y la tecnología no tienen la presencia que observamos en países de mayor desarrollo relativo, la imagen del científico es estereotipada, como si todos fuéramos personajes especiales como lo fue, por ejemplo, Einstein. Por otro lado, en Argentina estamos poco habituados a la existencia de exámenes y límites para poder acceder a un estudio universitario, y el examen mismo se percibe como una gran dificultad. También la idea de alejarse de su lugar de origen para estudiar, algo común y extendido en Estados Unidos o Europa, es quizás aquí todavía relativamente resistida. Finalmente, la historia del IB, su origen en el proyecto secreto de la isla Huemul, la distancia con los grandes centros urbanos, la propia característica ‘mágica’ de Bariloche, le ha dado un cierto toque mítico.

-Entonces, aspirantes a “genios” abstenerse…

-La realidad es que nuestro examen sirve para evaluar conocimientos básicos que un buen estudiante debe haber adquirido en cualquier universidad del país. Y la entrevista es útil para conocer las motivaciones del candidato y evaluar cómo podrá desempeñarse en un ambiente con las características del IB, donde sobre todo la dedicación mucho más que la genialidad es la condición básica de supervivencia.

-¿Cómo definiría el perfil del estudiante del Balseiro?

-Es muy variado. Hay estudiantes más interesados en problemas fundamentales de la física más básica, como otros que quieren dedicarse a las aplicaciones y prevén un camino cuyo fin es la generación de empresas de base tecnológica, o contribuyendo a los grandes programas de la Comisión Nacional de Energía Atómica o de otras empresas tecnológicas. Hay estudiantes que se dedican casi exclusivamente al estudio y otros que estudian música, deporte, o disfrutan más de la vida social y nocturna de Bariloche. Hay quienes se encuentran a pleno gusto viviendo en contacto con la naturaleza y otros que extrañan la vida urbana de las grandes ciudades. Sí creo que todos tienen una gran capacidad de trabajo y están dispuestos a hacer un esfuerzo para conseguir sus objetivos.

-Otro de los prejuicios difundidos es que es un lugar sólo para hombres.

-Hay muchos más varones, sólo el 10% de los ingresantes son mujeres. Esto tal vez tenga que ver con mayores dudas de las mujeres en dejar su lugar de origen y desplazarse a Bariloche, pero no lo sé. Es algo que queremos revertir; estamos convencidos de que las que brindamos son carreras para mujeres y para hombres por igual, y que aquellas que hoy son investigadoras y docentes de nuestra institución han tenido un éxito equivalente al de los hombres, y enriquecen enormemente al ambiente desde su propio lugar.

-¿Se sienten integrantes de una elite científica?

-No, para nada. Creo que los estudiantes se sienten orgullosos de poder llegar a ser investigadores, tecnólogos y científicos, una carrera en la que el reconocimiento público es palpable. También orgullosos de pertenecer al IB, a sus tradiciones. Pero de ninguna manera somos una elite; no transmitimos esa idea a nuestros estudiantes y dudo que eso sea, al menos en un sentido global, lo que ellos sienten.

-¿Dónde viven los estudiantes?

-Los estudiantes pueden alojarse en habitaciones en el campus del IB, o utilizar la beca para alquilarse una casa y junto con otros compañeros/as vivir en los innumerables alojamientos accesibles en Bariloche. Obviamente, si son barilochenses, pueden hacer esto o vivir con sus familias. Las clases teóricas o experimentales son todas las mañanas de lunes a viernes, y tres tardes enteras.

-Otro de los mitos que existe es el nivel de exigencia de las carreras.

-En general el régimen de estudio es exigente, porque los estudiantes tienen que estar al día y rendir todas las materias al terminar el cuatrimestre. Pero esto no les impide tener tiempo libre para hacer deportes, disfrutar de la vida cultural y de la naturaleza de Bariloche, esquiar, etcétera. Tienen un Centro de Estudiantes que gestiona un Cine Club, el acceso a gimnasios, clases deportivas y a equipamiento para actividades de montaña y acuáticas.

-¿Cómo es el proceso de selección e ingreso?

-Para las carreras de grado en Física e Ingeniería, los candidatos deben haber cursado y aprobado con anterioridad los dos primeros años de estudios universitarios en Física o Ingeniería en otra universidad, o haber adquirido formalmente esos conocimientos en otras carreras universitarias. La selección se realiza a través de un examen de ingreso, en el que pueden inscribirse a través de nuestra página web o por correo. Este examen consiste en una evaluación escrita de física y matemática, que se toma típicamente los primeros días de junio en diversas ciudades del país (dependiendo del año y de los candidatos, en Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y Bariloche, por ejemplo). Los que aprueban este examen escrito son invitados a una entrevista personal que se lleva a cabo en Buenos Aires o en Bariloche. Para la entrevista se les paga a los seleccionados el pasaje ida y vuelta desde su lugar de residencia. Se seleccionan así, en total, entre 30 y 40 estudiantes para el conjunto de las tres carreras de grado y todos son becados automáticamente. Esta beca es suficiente para cubrir todas las necesidades básicas de vida en Bariloche y poder así dedicarse sin otra preocupación tiempo completo al estudio.

-¿El modelo educativo del Balseiro se asemeja a los de las grandes universidades anglosajonas, con estudiantes full time viviendo en campus?

-Efectivamente, tanto nuestra forma de trabajo en investigación y desarrollo, como la experiencia que viven los estudiantes en sus carreras de grado y posgrado, es similar a la de otros centros del mundo, sean éstos las universidades de Estados Unidos, Inglaterra, algunas Ecole francesas, etcétera. Las dos condiciones, dedicación full time y la existencia de un campus que junta en un mismo entorno a los estudiantes con los científicos y tecnólogos, y sus laboratorios de investigación y desarrollo (no necesariamente viviendo en el campus, aunque muchos estudiantes e investigadores lo hagan) son características distintivas del IB.

-En tiempos de crisis, ¿de qué manera se inserta el Balseiro en el mercado laboral?

-Para el trabajo científico y tecnológico estos últimos 5 años han sido de enorme bonanza. Las instituciones científico-tecnológicas tienen una demanda enorme de personal calificado. Nuestro problema no es el del desempleo, sino el cómo atraer a más jóvenes a un área estratégica y cuya demanda es mayor de la que podemos satisfacer con nuestros egresados actuales. Sólo una universidad grande de Brasil forma 2.000 doctores por año en ciencias, ingeniería, humanidades. El Conicet ofrece 500 nuevos puestos por año y exige un doctorado como condición de ingreso, y no puede llenar esas vacantes. Si hay algo que la crisis actual, quizás coyuntural, puede hacer es, tal vez, cerrar un poco la gigante demanda que el mundo desarrollado ha planteado a nuestros jóvenes. Quizás es esta una oportunidad para que más de ellos se decidan a quedarse en nuestro país, y otros regresen de la diáspora. Yo soy muy optimista. Creo que los desafíos y las oportunidades son enormes.

-¿Recuerda nombres de egresados célebres que pasaron por las aulas del Balseiro?

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-Muchos egresados han tenido luego carreras célebres en el país o el extranjero. Por ejemplo, Juan Martin Maldacena, actualmente en la Universidad de Princeton, es mundialmente reconocido por sus contribuciones a la Física de Partículas y Altas Energías (ver por ejemplo http://en.wikipedia.org/wiki/Juan_Maldacena). Francisco de la Cruz, fundador del grupo de Bajas Temperaturas de Bariloche, internacionalmente reconocido por sus contribuciones en el área de la superconductividad, es el único físico argentino miembro de la Academia de Ciencias de EEUU, ganador del reconocido premio Bunge y Born en la especialidad Física, y de muchos otros premios nacionales e internacionales. Conrado Varotto es fundador de la empresa Invap en Bariloche, constructora de reactores nucleares, satélites, radares, equipamiento médico, etc. Es también el fundador y actual director de la Conae, la Comisión Nacional de Asuntos Espaciales. Héctor Otheguy es el actual gerente general de Invap, la empresa tecnológica probablemente más relevante del país. Juan Pablo Ordoñez ha sido el director del proyecto OPAL, la venta argentina a Australia de un Reactor Nuclear de Investigación, la inversión más grande de la historia de Australia en ciencia y tecnología.