Nota

Universidad Nacional de Río Cuarto - Facultad de Ciencias Humanas

21 de Noviembre de 2016 | 8 ′ 12 ′′

Control de riesgos en las escuelas, hacia una sociedad más segura

“Si una institución educativa es vulnerable a las amenazas, tanto naturales como antrópico-tecnológicas, se arriesga el bienestar de la comunidad”, señalaron docentes investigadoras que llevan adelante diversos proyectos con el objetivo de instalar el tema de los riesgos ambientales emergentes, tanto dentro de la escuela como en su entorno inmediato, y de su gestión en el ámbito escolar.

Los proyectos escolares de gestión del riesgo o los planes escolares de emergencia contribuyen a mejorar la seguridad de la escuela y también a formar ciudadanos capaces de contribuir a una sociedad más sostenible en un territorio más seguro, señalaron en un trabajo de investigación las profesoras Elina del Carmen Sosa, Gabriela Inés Maldonado y María Cristina Valenzuela, docentes del Departamento de Geografía de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Este estudio, llamado “La construcción social del riesgo en la escuela. Propuesta educativa para el nivel medio”, se enmarca en los resultados obtenidos, avances realizados y experiencias desarrolladas, fundamentalmente en dos proyectos de investigación. El primero titulado “El proceso de producción del espacio como constructor de riesgos ambientales. Los escenarios posibles en La Carlota, Córdoba”, dirigido por la profesora María Cristina Valenzuela, y el segundo “Territorio usado y problemáticas ambientales. El proceso de organización espacial de las Sierras del Sur de Córdoba”, dirigido por la profesora Elina del Carmen Sosa.

Los desastres en el mundo van en aumento y generan una gran cantidad de víctimas, de pérdidas materiales, en los cuales los niños y los adolescentes en edad escolar suelen ser los más vulnerables. Las autoras del estudio explicaron a Argentina Investiga que para que se produzca un desastre “la amenaza –de origen natural o social– debe impactar negativamente en un territorio susceptible de ser dañado por ese peligro, o sea, vulnerable. En muchos países, cuando se produce un hecho de estas características, la población o sus instituciones no son capaces por sí mismas de dar una respuesta adecuada frente a la emergencia, e incluso, se ven obligadas a solicitar ayuda externa”.

Según señalaron, “la gestión del riesgo implica interpretar el tema de los desastres y los riesgos desde una perspectiva social, entender que son parte de la realidad de los territorios y de su proceso de organización, que se construyen día a día, y que es necesario intervenir en este proceso para prevenir sus efectos negativos”. Y enfatizaron en que “toda planificación para el desarrollo, en países emergentes, debería adoptar la gestión del riesgo como estrategia”.

La gestión del riesgo consiste en identificar la amenaza, evaluar vulnerabilidades y proponer planes de prevención, mitigación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción, elaborados en forma participativa. Las profesoras destacaron que “la escuela se convierte en el lugar propicio para comenzar con la gestión local del riesgo, tanto por su rol en la construcción del conocimiento, de la conducta y de los valores en los niños y adolescentes, como por su ascendencia y prestigio en las comunidades. Los proyectos escolares de gestión del riesgo o los planes escolares de emergencia no sólo contribuyen a mejorar la seguridad de la escuela, sino también a formar ciudadanos capaces de contribuir a una sociedad más sostenible en un territorio más seguro”.

Además de cumplir con funciones como centros de enseñanza, los edificios escolares son una de las infraestructuras más importantes de una comunidad, dado que albergan gran cantidad de niños y sus maestros durante casi todo el día, en ocasiones se utilizan como lugares de reunión, centros de actividades y hasta como albergues en casos de emergencia. Muchas escuelas tienen, además, la valiosa función social de convertirse en comedores escolares, e incluso comunitarios. También contienen valiosas bibliotecas y equipamientos didácticos informatizados y hasta suelen ser centros tecnológicos. “Es por esas razones –subrayaron– que las escuelas deberían ser lugares libres de riesgo y, además, ser capaces de irradiar seguridad y protección hacia el resto de la comunidad”.

Si la escuela es vulnerable se arriesga la comunidad

“Si una escuela es vulnerable a las amenazas tanto naturales cuanto antrópico-tecnológicas, se arriesga el bienestar de la comunidad. Es por ello que es necesario prevenir, mitigar, reducir y hasta eliminar la vulnerabilidad escolar frente a los desastres ambientales” remarcaron.

En su trabajo, las investigadoras detallaron cómo los problemas más comunes en las instituciones educativas “la falta de organización y preparación de la comunidad educativa para responder adecuadamente antes, durante y después de un desastre; la casi inexistencia de planes escolares de preparación para una emergencia en los centros educativos; la poca formación y capacitación que reciben los docentes en prevención, preparativos y respuesta para emergencias y desastres; la falta de integración en la currícula de un eje temático relacionado con los riesgos y los desastres que faciliten la sistematización de la educación en este campo; la falta de voluntad y/o recursos para implementar metodologías que permitan la elaboración de mapas de peligros o amenazas de la comunidad, la escuela y el aula; el hacinamiento en las aulas por falta de infraestructura, la mala planificación o la conjunción de ambas; el escaso mantenimiento y la deficiente supervisión técnica de las construcciones escolares; la omisión de condiciones básicas de construcción para la seguridad de la población estudiantil y docente, y la localización de los centros escolares en zonas de alto riesgo”.

Las profesoras consideraron, asimismo, que todas las escuelas han sido construidas en territorios que son resultado de la interacción entre los procesos naturales y los procesos sociales. De esta interacción resultan amenazas, tanto naturales como antrópicas, que pueden impactar negativamente en su estructura y, por consiguiente, en su población.

Plan de Emergencia Escolar

En este marco, las investigadoras estimaron necesaria la elaboración de un Plan de Emergencia Escolar, que considere dentro de sus objetivos generales: “Internalizar la problemática de los riesgos ambientales a los que están expuestos los alumnos y demás integrantes de la escuela” y “aplicar los conocimientos adquiridos y los conocimientos nuevos en la resolución del problema que plantea el manejo de los riesgos en la escuela”.

En tanto, entre los objetivos específicos, las investigadoras plantearon: identificar las amenazas naturales y antrópicas a las que está expuesta la escuela; relevar las amenazas adicionales derivadas de los aspectos estructurales del centro educativo; elaborar el Mapa de Peligros Múltiples de la escuela a partir de la percepción que los alumnos tienen sobre los diferentes peligros o amenazas a los que están expuestos; reconocer cómo el desconocimiento sobre la localización de las salidas de emergencia, extintores, botiquín, entre otros, aporta a la construcción de la vulnerabilidad social, y socializar los resultados obtenidos a fin de que la comunidad educativa tome conciencia del riesgo.

De esta manera “si la escuela es un lugar seguro en sí mismo, se transformará en un agente clave en el proceso de reducción del riesgo de la comunidad y de promoción de estrategias de desarrollo”. Como resultados de este trabajo, las autoras elaboraron una propuesta didáctica referida a la gestión del riesgo y a la identificación de la amenaza o peligro dentro de la escuela, que incluye actividades tanto para los docentes como para los alumnos. Aclararon que la educación para la gestión del riesgo no se agota en un Plan Escolar de Emergencia, sino que es necesaria la intervención de otros actores sociales e instituciones como Bomberos, el ministerio de Educación, la dirección Nacional de Protección Civil, la Cruz Roja, las autoridades políticas nacionales, provinciales o municipales, los directores de las escuelas y los medios de comunicación, entre otros.

Producción Periodística:
Fredy Dutra

Responsable Institucional:
Alberto Ferreyra
Fredy Dutra
Deolinda Abate Daga
Tristán Pérez
Universidad Nacional de Río Cuarto

Departamento de Prensa y Difusión
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