En un relevamiento realizado en la zona de Laguna Brava, investigadores de la Universidad Nacional de Chilecito registraron la presencia de un roedor subterráneo que constituye una especie no descripta y con escasos registros anteriores en la zona. Se trata de un roedor subterráneo perteneciente al género Ctenomys, conocidos como “Ocultos” o “Tuco Tucos”.

> Leer también: Estudiarán 595 restos óseos que pertenecerían a víctimas de la última dictadura militar.

Ubicada a 4.230 msnm, la Laguna Brava se encuentra dentro de la Reserva Provincial, creada mediante Ley provincial Nº 3944 del año 1980; por lo tanto, su administración y gestión integral corresponden a la provincia de La Rioja. Tiene como objetivo la preservación de especies y diversidad biológica, y el uso sostenible de los recursos de los ecosistemas en una zona silvestre representativa de las ecorregiones de la Cordillera de Los Andes.">Puna y los Altos Andes.

En el año 2003, la totalidad del área de la reserva (405.000 ha) fue designada como Sitio Ramsar, de esta manera, quedó incluida dentro de los humedales de importancia internacional. Las condiciones ambientales en la Laguna Brava son notablemente duras. La temperatura media anual es de 12° C, con máximas medias anuales de 20° C y mínimas de 2° C, respectivamente. Los fuertes vientos son una característica de la zona, alcanzando una velocidad máxima de 120 km por hora. Las lagunas son hogar de aves acuáticas endémicas y/o amenazadas. Son visitadas en primavera-verano por tres de las seis especies conocidas de flamencos rosados (Parina grande, Parina chica y Flamenco austral) y es frecuente ver zorros colorados, vicuñas y guanacos en el lugar.

La biodiversidad encontrada en la zona atrae a los investigadores interesados en hacer nuevos hallazgos para ampliar el registro de especies, tanto de flora como de fauna.

Desde hace siete años, la doctora Rebeca Lobo Allende y el doctor Pablo Jayat, junto a un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Chilecito, estudian la biodiversidad en el área de la reserva Laguna Brava. Según los investigadores, la especie hallada pertenece al grupo mendocinus del género Ctenomys, que es uno de los grupos que más cambios de contenido de especies ha experimentado en los últimos años.

Análisis filogenéticos de secuencias de ADN mitocondrial" data-toggle = "tooltip" title = "El AD mitocondria (mtDNA) es un material genético circular cerrado de doble cadena que se localiza en el interior de las mitocondrias celulares.">ADN mitocondrial y evidencia morfológica aportan evidencia sólida de que este Tuco Tuco es un taxón previamente no descripto y, en consecuencia, fue nominado recientemente.

Lobo Allende explicó a Argentina Investiga: “Intensificamos el esfuerzo de muestreo en la zona y estamos encontrando animales que tienen hábitos muy particulares, crípticos, que sobreviven a condiciones extremas”.

“Los estudios que realizamos dan cuenta de interesantes hallazgos en aves, roedores y también algunas especies de plantas que son endémicas de la Cordillera de los Andes” agregó.

Sobre el Tuco Tuco

Pertenece al género Ctenomys, un grupo de roedores de hábitos mayormente subterráneos. Es, además, uno de los grupos de mamíferos más rico en especies, con 68 especies vivas reconocidas en la actualidad. Sin embargo, la taxonomía del género es dinámica, con varias especies nuevas y nuevas sinonimias propuestas durante la última década, por lo que es esperable que el número de especies siga cambiando.

Como todas las especies del género, el nuevo taxón tiene las características anatómicas típicas de los organismos cavadores y fosoriales (es decir, de aquellos que cumplen la mayor parte de su ciclo de vida debajo de la tierra). Según los investigadores, se trata de un grupo de roedores poco conocido “cuando realizamos los primeros estudios de ADN y de las características del cráneo, damos con que se trata de una especie que no estaba formalmente descripta; es decir, que era un taxón hasta el momento desconocido para la ciencia” asegura Pablo Jayat.

Si bien el hallazgo es reciente, poco se sabe del Tuco Tuco de Eileen (la especie fue nominada Ctenomys eileenae en honor a Eileen Lacey, una eminente mastozoóloga que ha realizado numerosas investigaciones acerca del grupo), “sabemos que es un roedor herbívoro, como todas las especies del género Ctenomys, probablemente se alimenta de raíces y brotes de plantas, y que no son sociales”.

En cuanto a las características físicas, se trata de un roedor de aproximadamente 300 grs, de cuerpo robusto (es decir, con musculatura bastante desarrollada) y con uñas largas que le permiten cavar para resguardarse en madrigueras. Sobre los costados externos de las patas, sobre todo las traseras, tiene pelos que se disponen en una única hilera (o peine), lo que les permite despejar la tierra. Además, tiene ojos y orejas muy pequeñas y cola relativamente corta, a diferencia de los ratones que estamos acostumbrados a ver. Los miembros anteriores y posteriores son cortos y robustos, características que lo hacen buenos cavadores.

Respecto del rango de distribución altitudinal, Jayat explicó que “registramos la especie en el límite altitudinal superior de lo que sería el desierto de monte y en las ecorregiones de la Puna y los Altos Andes; con esa información, hasta el momento, podemos sostener que el rango altitudinal de la especie va entre los 2.900 y los 4.000 metros”.

Aseguró que aún hay mucho que investigar para conocer las características fisiológicas, ecológicas, anatómicas y biogeográficas de este Tuco Tuco. Si bien este tipo de roedor es característico de la zona andina y alto andina de la provincia de San Juan y Mendoza “es probable que, con el tiempo, vayamos descubriendo que tiene una distribución un poco más amplia”, aseguró el investigador.

> Leer también: Recursos genéticos nativos.

La Laguna Brava es una reserva provincial con una importante biodiversidad, y aunque ha sido objeto de algunos estudios por parte de la comunidad científica “es un lugar en el que se necesita todavía hacer mayores esfuerzos de investigación, porque es muy prometedor. Estamos descubriendo ese sistema natural y es muy importante protegerlo” aseguró Lobo Allende.

Equipo de investigadores de la UNdeC