Nota

Universidad Nacional de Río Cuarto - Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales

17 de Julio de 2023 | 10 ′ 47 ′′

El geólogo Juan Otamendi fue distinguido como personalidad de la década en ciencia y tecnología

Otamendi fue distinguido con el Premio Konex 2023. Desde hace más de tres décadas, sus estudios han permitido una mejor comprensión de los procesos naturales que regulan el ciclo geoquímico, es decir, la distribución de elementos químicos en la corteza terrestre. Con su aporte ayudó a desentrañar el origen de varias montañas.

Con su aporte, el doctor Otamendi ayudó a desentrañar el origen de varias montañas.

Durante 35 años, sus investigaciones contribuyeron a comprender el origen de las Sierras Pampeanas, el sistema de Famatina, la cordillera Oriental, la Puna, y el segmento pampeano de la cordillera de los Andes. Juan Otamendi es docente investigador de la Universidad Nacional de Río Cuarto y fue distinguido con el “Premio Konex: diploma al mérito” para la disciplina “Ciencias de la Tierra y de la atmósfera”, el cual le será entregado el próximo martes 12 de septiembre en Buenos Aires.

Los Konex este año tienen por objeto distinguir a las personalidades de mayor relevancia de la última década (2013-2022) de la ciencia y la tecnología argentinas. La Fundación Konex estableció estos premios a partir de 1980. Y los otorga a quienes más brillantemente representan a una actividad predeterminada, de fundamental importancia para el amplio espectro cultural del país. La ceremonia de entrega tendrá lugar en la Ciudad Cultural Konex.

Licenciado en Geología y doctor en Ciencias Geológicas, Juan Otamendi (58) es una de las cien personalidades destacadas, cinco de cada una de las veinte disciplinas vinculadas con la actividad.

A fines de los ‘90 fue becario postdoctoral externo de Conicet en la Universidad de Georgia, Estados Unidos. Es investigador científico del Conicet y profesor en el Departamento de Geología de la UNRC. Ha dirigido cinco tesis doctorales, siete becas posdoctorales, seis investigadores asistentes de Conicet y más de 30 tesis de licenciatura; a lo que se agregan más de una decena de proyectos de investigación, entre los que hay siete proyectos del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT) y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), y uno de cooperación internacional entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Conicet y la Agencia Suiza de Ciencias (SNSF). Fue distinguido con un premio anual 2022 de la Asociación Geológica Argentina. Y publicó 70 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales y seis capítulos de libros.

Integra el Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente (ICBIA, Conicet-UNRC). Y en los últimos veinte años viene liderando investigaciones en las que convergen objetivos básicos para generar conocimiento que contribuyen al avance de las geociencias, con resultados de aplicación, que por su impacto estratégico fortalecen la soberanía del país. Sus estudios geológicos derivaron en numerosos artículos de publicaciones especializadas de la Argentina y el exterior, y dejaron como resultado una base de datos que utilizan instituciones públicas y empresas privadas.

–¿Cómo vive esta distinción que lo reconoce como uno de los investigadores más destacados del país?

–Sencillamente, con responsabilidad por la obligación de demostrar que merecía este honor. Mi interpretación personal del significado de esta distinción es que me confirma que he trabajado arduamente junto con un grupo de personas talentosas y responsables, en un entorno institucional altamente favorable a nivel local con la UNRC, y a nivel nacional con el Conicet y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Por lo tanto, no tengo más opción que honrar todo esto.

–¿Por qué cree que su trabajo logró tal nominación?

–Responder esta pregunta resulta difícil, ya que corresponde al gran jurado y a la Fundación Konex. Por lo tanto, mi respuesta debe considerarse como una apreciación personal. El trabajo en Geociencias tiene múltiples impactos. Durante tres décadas, nuestros estudios han permitido una mejor comprensión de los procesos naturales que regulan el ciclo geoquímico, es decir, la distribución de elementos químicos en la corteza terrestre. Además, al investigar la geología en extensas regiones como las Sierras Pampeanas y Famatina, así como las cordilleras del centro de la Argentina, hemos contribuido a desentrañar el origen de estas montañas como objetivo fundamental. Asimismo, hemos aportado este conocimiento a las agendas territoriales y estratégicas del plan nacional de ciencia, tecnología e innovación de la Argentina, con un enfoque aplicado.

–¿Cuáles son sus líneas de trabajo?

–Nuestras investigaciones se centran en dos objetivos principales. En primer lugar, buscamos comprender y estudiar los procesos naturales, específicamente los procesos magmáticos, que ocurren en diferentes niveles de la corteza terrestre. En segundo lugar, nos esforzamos por obtener una mejor comprensión de la historia geológica de la Argentina. En resumen, nuestro objetivo es proporcionar un diagnóstico del territorio en el que nos encontramos, brindando información relevante para el sistema socioeconómico del país.

–En este camino de la ciencia, ¿cuántas satisfacciones como esta ha conseguido?

–Hay tantas experiencias que sería difícil enumerarlas a todas sin importantes omisiones. El diploma al mérito de Konex es un reconocimiento público que me motiva enormemente. Pero, como profesor e investigador, recibo constantes muestras de reconocimiento por mi trabajo. Ha habido muchos logros que me han brindado una satisfacción y orgullo tan grandes como este diploma. Algunos pocos ejemplos recientes que recuerdo en este momento: ayudar a estudiantes de la Licenciatura en Geología a conseguir empleos altamente calificados; cuando después de una conferencia en un congreso se acercan colegas y estudiantes y te expresan su gratitud por ayudarlos a entender problemas de geología que no podían resolver; o cuando el grupo de investigación pública comunica un resultado que es recibido con admiración y respeto por la comunidad científica. También, y para terminar con ejemplos, he experimentado una satisfacción intima e inconmensurable después de la resolución de problemas geológicos que permanecían incomprensible hasta ese momento; en la comunidad científica este es el momento ¡Aha!, o ¡Eureka!

–¿Cuál es el eje principal de su investigación? ¿Hacia dónde se encamina?

–Antes que nada, me gustaría aclarar que los logros científicos en los cuales prevalece el esfuerzo individual y la impronta personal se alcanzan durante la etapa de becario doctoral o posdoctoral. En algunos casos, como el mío, esta etapa se extendió hasta los primeros años como investigador formado. Sin embargo, una vez que uno lidera un grupo de investigación, son otras personas, como becarios e investigadores, quienes llevan a cabo las investigaciones. Desde hace muchos años, mi labor se ha centrado en la redacción de proyectos, la gestión del grupo de investigación, la coordinación de colaboraciones con otros grupos, tanto nacionales como extranjeros, y la administración de los proyectos, entre otras tareas. Debido a esto, mi camino actual consiste en mantenerme actualizado con los avances del conocimiento en diversas disciplinas de las geociencias, para así proponer y dirigir investigaciones que tengan impacto en las agendas científicas, tanto a nivel nacional como internacional.

–¿Muestra esto que la UNRC está a la altura de las mejores instituciones científicas y técnicas dependientes del Estado Nacional?

–El hecho concreto que la UNRC está entre las mejores instituciones académicas públicas y privadas de la Argentina es absolutamente independiente de que algunos investigadores tengan el reconocimiento nacional o internacional. Si revisa los archivos puede responder con documentación a la pregunta, que es sin dudas y simplemente sí.

–¿Cuántos años viene trabajando en esta línea?

–Unos treinta años; de hecho, durante los estudios de doctorado, a principios de la década de los noventa del siglo pasado, empecé a adquirir y a construir los aspectos conceptuales y a compenetrarme con los procedimientos metodológicos e instrumentales que utilicé durante todos estos años. Es así porque se requieren años de estudio y trabajo metódico y riguroso para poder concebir y liderar proyectos de investigación de alto impacto. Esto lo menciono, no para enaltecer nuestro trabajo, sino para que se comprenda la pérdida irreparable que significa la fuga de cerebros del sistema de ciencia y tecnología a otros países o a empresas privadas.

–¿Qué tan difícil le resulta llevar adelante sus investigaciones en este contexto de crisis económica y consecuente escasez de recursos?

–A lo largo de tres décadas de trayectoria académica y científica, he estado respaldado por el Conicet y la UNRC, mientras que la vida de estas instituciones ha estado influenciada por la fortaleza o las debilidades del sistema científico y tecnológico argentino. En este contexto, he sido muy afortunado. Comenzando con mis cinco años de doctorado en un país que carecía de una dirección clara en política de ciencia y tecnología, pero en esta Universidad en pleno crecimiento. Luego, tuve la suerte de ser becario postdoctoral externo del Conicet durante dos años, y esa experiencia en una universidad de Estados Unidos sentó las bases y definió mi trayectoria profesional hasta el día de hoy. En los primeros años de este siglo, cuando empecé a dirigir proyectos de ciencia y tecnología, y posteriormente a formar y liderar un grupo de investigación, el gobierno nacional tomó la decisión de que la ciencia, la tecnología y la innovación productiva comenzarían a ser consideradas pilares fundamentales para mejorar el bienestar de las personas y fomentar el desarrollo sostenible del país. Reconociendo todas estas circunstancias favorables en las que he desarrollado mi trabajo, no puedo perder de vista el deseo de ayudar a que otros investigadores tengan las mejores condiciones posibles para llevar a cabo su labor en el futuro.

Reconocimiento provincial

El doctor Juan Otamendi, junto a los once investigadores de universidades, centros e institutos de investigación de la provincia de Córdoba premiados por la Fundación Konex, fueron distinguidos por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba por su tarea científica y tecnológica, en el marco del Día Provincial de la Ciencia y la Tecnología.

A través de una resolución ministerial está plasmado este reconocimiento, que “honra y destaca su profesionalismo y talento”, al tiempo que los destaca como “un ejemplo a seguir por las futuras generaciones”, “como una manera de entender que el conocimiento es un insumo indispensable para el desarrollo social y productivo de las comunidades”.

Producción Periodística:
Deolinda Abate Daga

Responsable Institucional:
Deolinda Abate Daga
Universidad Nacional de Río Cuarto

Departamento de Prensa y Difusión
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www.unrc.edu.ar


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