“Las vacas se inseminan y a los 20 días vuelven a tener el próximo celo, si es que no están preñadas. Es en ese momento que debería poder distinguirse a las vacas preñadas de las que no lo están, para inseminar a las que aún no lograron la concepción”, cuenta a InfoUniversidades Patricia Marini, directora del proyecto, y asegura que de esta manera se acortarían los tiempos de la producción, tanto de la vaca lechera como para carne, y “permitiría aumentar el rendimiento en los dos casos”.

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En la actualidad se utilizan otros métodos, como por ejemplo la palpación rectal, que si bien es efectivo es considerado invasivo y los resultados se ven a los 40 o 60 días de la inseminación. También puede hacerse una ecografía, pero requiere de un equipamiento y resulta un método complejo para usar en el campo. Otra técnica que se emplea es controlar la cantidad de progesterona que hay en la leche de las vacas de tambo, pero esta opción muchas veces arroja falsos positivos.

A diferencia de lo que ocurre con las mujeres, esta prueba sería en sangre y no en orina, por lo que se tendría que extraer una muestra de sangre para realizar el test. Los tiempos pueden regularse mucho mejor si se sabe si la vaca está preñada con anterioridad y de esta manera, ganar tiempo en la producción lechera y cárnica.

“Lo que se busca es acortar los tiempos e implementar un método más sencillo, económico y práctico que pueda hacerse en el campo, y pensamos que una tira reactiva es eficiente y confiable. La idea es que lo pueda realizar el propio productor, el veterinario o cualquier persona sin entrenamiento previo”, explica la investigadora.

La etapa de la identificación

El proyecto se encuentra en una etapa inicial que consiste en identificar qué proteínas o compuestos están presentes en el suero de la vaca preñada y en qué cantidad. Lo que se busca en esta instancia es “identificar qué compuestos están presentes sólo en la preñez y diseñar un método de detección por anticuerpos de ese compuesto en particular para que pueda hacerse efectivo el test”, en palabras de Marini.

Luego, según detalla la investigadora, tendría que ampliarse el muestreo para ver la eficacia del test: “Nosotros en este momento estamos trabajando con sueros de una cantidad limitada de vacas de la misma raza. Habría que ampliarlos a vacas de otras razas y otras condiciones, que hayan sido sincronizadas hormonalmente, y no, con diferente alimentación, para ver si en todos los casos tiene la misma validez. Así, podríamos saber cuál es la cantidad de sustancia que indica si está preñada. Y de ahí se pasaría a la etapa de diseño de la tira en sí”.

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El interés del equipo de investigación radica en elaborar un producto que sirva y pueda distribuirse. “Es un producto nuevo, no existe algo así, por lo que se va a necesitar un cambio cultural en los productores para que acepten esta nueva opción y vean que puede darles un beneficio económico”.