“Ahora tenemos que lograr que sea menos la gente que se enferme”, explicó Elsa Zerbini.
Las últimas medidas tomadas por distintos organismos del Estado provincial, municipal y nacional encendieron el alerta sobre la enfermedad que desde hace varios días ocupa los titulares de diarios y noticieros: la gripe A (H1N1). Todas las actividades -como la suspensión de clases, actividades académicas y eventos culturales- ya ubicaron a Santa Fe, una de las provincias más afectadas en el país con la presencia del virus, en la “etapa de mitigación” de la epidemia, que busca disminuir la tasa de propagación del virus.
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“Ahora tenemos que lograr que sea menos la gente que se enferme y evitar las consecuencias”, explicó a InfoUniversidades Elsa Zerbini, docente e investigadora de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y directora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni, que es el encargado de reunir las muestras de Santa Fe y del norte provincial que se envían a Buenos Aires para ser analizadas.
“Cuando se detecta un caso positivo que no estuvo expuesto a un nexo epidemiológico se pasa a una etapa de mitigación, porque ya se considera que hay circulación extensa del virus. En ese momento se dejan de tomar muestras a la gente con sospecha de la enfermedad, salvo a los casos graves que requieren internación o a los enfermos de grupos más vulnerables”, agregó la experta. De esta manera distinguió la situación de Santa Fe de lo que ocurrió en Capital Federal y toda el área metropolitana, donde el virus comenzó a circular con anterioridad y desde hace más de una semana se encuentra en etapa de mitigación.
Los más vulnerables
Una de las diferencias más importantes entre la gripe estacional y este nuevo virus, es que los casos graves, que normalmente se dan en las personas mayores de 65 y menores de 2 años, se están dando ahora en un tipo de población más joven. “La última epidemia por el virus H1N1 se dio en el año 1972. Toda la gente que nació después no estuvo prácticamente en contacto con el virus, por lo que tiene menos defensas, es por este motivo que se enferma la población más joven”, comentó Zerbini.
Sin embargo la población más propensa sigue siendo la misma. “Las embarazadas, sobre todo en el primer trimestre, los asmáticos o las personas con enfermedades respiratorias crónicas y quienes están inmunodeprimidos. Este grupo social debe tomar especial precaución para evitar el contacto con factores de riesgo”, explicó.
A su vez, Zerbini aclaró que las personas de más de 65 años tienen que tener un cuidado particular -aunque no está atacando especialmente a los ancianos- como así también los menores de dos años ya que son inmunodeprimidos por naturaleza.
¿Qué hacer?
El propio cuidado personal es la recomendación en la que coinciden los especialistas. “Las personas enfermas no deben ir a trabajar, aunque tengan un cuadro de lo que se llama una gripe leve. Ellas mismas deben autoaislarse y quedarse en sus domicilios”, recalcó Zerbini.
El consejo para quienes deben salir de todos modos es el empleo del barbijo común. Este elemento debe ser usado por la persona enferma y por aquellos que están en contacto con ella.
“La situación no es tan alarmante como para que estemos todos con barbijos. Si los enfermos se quedaran en sus casas y no saliesen, los jóvenes evitasen concurrir a lugares cerrados donde se concentran muchas personas, habría menos contagio”, destacó la investigadora. Todas estas medidas apuntan a la precaución sin entrar en pánico, ya que el único objetivo es procurar que no continúe la diseminación de la enfermedad y, de este modo, evitar que afecte a los grupos más vulnerables.
Zerbini analizó: “No hay que entrar en pánico, no se está muriendo más gente de la que se muere de una gripe estacional, ya sean personas mayores que sufren una complicación de una neumonía, o los menores de dos años en epidemias de influenza común. Pero de eso la gente no se entera. Ahora, como estamos hablando de una gripe nueva, todo el mundo se entera y todo el mundo está alerta”.
Tratamiento
Tanto para la prevención como para el tratamiento de la nueva gripe existe un medicamento, pero el número de dosis disponibles es limitado. Por ese motivo está bajo la órbita del Ministerio de Salud y se proveyó a los médicos para que lo distribuyan prudentemente.
“Como preventivo, se le da a una persona que integre un grupo de riesgo que haya estado en contacto con un enfermo. Cuando se utiliza como tratamiento no cura la enfermedad, pero permite que el cuadro sea más leve”, comentó la especialista y enfatizó la necesidad de la consulta con el médico, evitar la automedicación y no menospreciar los síntomas, dado que los casos de la nueva gripe aparecieron en una población que no es la típica.
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“Como no sabemos totalmente cómo se va a comportar esta gripe, sólo el médico nos va a decir si está actuando como una gripe común, o si hay una complicación”, explicó. En cuanto al número de casos, la especialista aclaró que las cifras oficiales corresponden a casos confirmados por laboratorio. “Evidentemente hay más casos en los que no se tomó muestra u otros en los que la muestra fue mala. Hay más casos circulando porque no se les toma muestra a todos los casos, en la etapa de mitigación ello no es necesario”, agregó.