Nota

Universidad Nacional de Rosario - Facultad de Ciencias Médicas

21 de Septiembre de 2020 | 8 ′ 49 ′′

La atención médica frente a la pandemia

El médico infectólogo y especialista en Telemedicina Pablo Parenti analiza el impacto del COVID-19 sobre todo el sistema de salud que debió prepararse para una posible crisis sanitaria y, a la vez, para continuar el tratamiento de pacientes que presentan otras enfermedades.

Pablo Parenti es médico infectólogo y docente de la UNR. Integrante de los equipos COVID que funcionan en la Facultad de Ciencias Médicas, el Hospital Centenario, el PAMI y el CEMAR, además de instituciones del sistema privado de salud. Se capacitó en Telemedicina e internación domiciliaria, y tiene a su cargo el desarrollo de estas tareas tanto en el ámbito público como en el privado.

“El sistema de salud argentino no estaba preparado para hacerle frente a una crisis sanitaria de las dimensiones de una pandemia. Era necesario garantizar las camas, los recursos humanos y los insumos necesarios, para lo que había que tomar medidas drásticas y tempranas”, señala Parenti a Argentina Investiga.

El médico considera que hubo una serie de acciones acertadas que permitieron que la Argentina transite la pandemia con muy buenos resultados en cuanto a la cantidad y el ritmo de contagios, y que tienden al cuidado de los recursos sanitarios, tanto físicos como humanos.

Para no saturar los centros de salud y limitar la circulación hospitalaria del virus, se dejó de atender de manera regular y hospitales y sanatorios dieron muchas altas para liberar camas y poder preparar el sistema de salud para que no se desbordara como sucedió en otros países.

“Los pacientes que dejaron las instituciones hospitalarias con altas extraordinarias debieron seguir siendo asistidos y se implementaron las internaciones domiciliarias. En estos casos, mi tarea particular es la de visitar y controlar a esos enfermos. Tenemos que coordinar con laboratorios, farmacias y servicios de enfermería para poder realizar el cuidado y el seguimiento de cada uno”, enumera Parenti. Para resolver esta situación fue necesaria una organización rápida con todos los actores involucrados, dado que las obras sociales debían reconocer las órdenes y las recetas online y las farmacias, aceptarlas.

“El tiempo fue esencial, tanto el PAMI como otras obras sociales pudieron adaptarse en dos días al nuevo sistema, lo mismo sucedió con las farmacias que se adecuaron rápidamente. En una coyuntura tan atípica es necesario que todos los actores colaboren y sean solidarios para atender las necesidades de los pacientes”, destaca.

En un primer momento, la relación médico-paciente se vio interrumpida y esto despertó mucha inquietud en ambos sectores. En algunos casos el contacto pudo recuperarse a través de medios virtuales como las plataformas de telemedicina, o vía telefónica.

Los profesionales que contaban con experiencia previa en telemedicina pudieron adaptarse enseguida y atender a sus pacientes. Muchos médicos e instituciones implementaron la consulta virtual pudiendo contener a los pacientes y, en otros casos, la adaptación fue más dificultosa y no se logró armar un sistema de atención virtual.

“La telemedicina no es algo nuevo, es una herramienta muy útil, si bien tiene limitaciones en el examen físico y no reemplaza la atención cara a cara, permite un seguimiento, facilita la interconsulta y mejora el cuidado del paciente”, explica Parenti. Además la atención virtual permite evaluar la urgencia de la consulta, derivando a los centros de salud sólo los casos que no pueden posponerse.

Los problemas de salud sobre los que más consultas reciben los profesionales son de tres tipos: los vinculados a cuestiones burocráticas relacionadas con la renovación de una receta, o la reprogramación de un estudio; relacionados a la angustia generada por la situación, en estos casos entran los problemas de consumo de sustancias, legales o no, y finalmente, las consultas médicas específicas.

El médico señala que la ansiedad es una de las cuestiones más importantes a las que se enfrentan en la consulta, y mucha gente quiere atenderse, vacunarse o hacerse estudios que no son indispensables, entendiendo que la mayor presencia de personas en los centros sanitarios es un riesgo para ellos y para el sistema. “Cualquier persona con una enfermedad crónica controlada se atiende dos veces al año, y una persona sana debería hacerse un chequeo una vez al año. Si no hay ningún cambio en su estado de salud, las personas deberían programar sus consultas médicas para más adelante, coordinando con su profesional el mejor momento para hacerse los estudios o tratamientos necesarios”, aclara Parenti.

Para el profesional la cuarentena podría servir para lograr modificar algunos hábitos perjudiciales como el del tabaco y deberían coordinarse talleres y grupos de apoyo para dejar el cigarrillo. El tabaquismo es uno de los factores de riesgo para las enfermedades respiratorias como el SARS COVID-2.

Aprender de la experiencia

En 2003 hubo una epidemia causada por el SARS y en 2013 el MERS con alta tasa de mortalidad. También el mundo vivió la pandemia de la gripe A H1 N1 en el año 2009.

“Las experiencias anteriores nos enseñaron que cuanto más preparados y extremos seamos en las medidas de prevención, mejor vamos a estar”, explica el médico, quien recomienda extremar el aislamiento y la higiene.

Parenti destaca que los años posteriores a la gripe A, hubo una menor circulación de enfermedades respiratorias comunes, porque la población se había vacunado y mantenía las medidas de higiene recomendadas. Con el paso de los años esta actitud se fue relajando y se presentaron picos de enfermedades como la influenza.

El otro aspecto que el docente cree que no debería ser descuidado es la investigación en torno a las enfermedades infecciosas: “Las pandemias anteriores nos han dado la oportunidad de investigar los virus y generar algunos fármacos pero, lamentablemente, una vez pasada la urgencia, las industrias farmacéuticas han abandonado la investigación y se han volcado a temas que les resultaban de mayor interés. Una medida importante es que como sociedad científica no abandonemos las investigaciones de las infecciones y contemos con las herramientas para hacerles frente”.

El médico considera que sólo un Estado de derecho, y una sociedad que defienda sus derechos pueden hacerle frente a una pandemia. “Es necesario tener un Estado fuerte con políticas públicas que garanticen el derecho a la salud, a la ciencia y a la educación”.

El virus no va a desaparecer, desde las sociedades científicas suponen que nuestra inmunidad se va a ir adaptando y que, con la ayuda de tratamientos y vacunas específicas, vamos a tener una convivencia inmunológica con el virus, sin que provoque otras catástrofes.

“Es mi forma de colaborar”

En los medios de comunicación salieron muchas noticias sobre los maltratos que trabajadores de la salud sufrieron por parte de vecinos y parece ser una situación que se repite en distintos lugares.

Parenti cuenta que, desde su experiencia, la situación fue la opuesta, que los vecinos de su barrio, Alberdi, se mostraron solidarios y se pusieron a su disposición para lo que pudiera necesitar. Incluso uno de sus vecinos le prestó una casa, que queda justo enfrente de la suya, para que pueda entrar, salir y realizar la atención de sus pacientes sin poner en riesgo a su familia.

“Cada vez que vengo del hospital o de hacer una visita a un paciente, me lleva mucho tiempo higienizarme y limpiar elementos de trabajo, tengo hijos chicos y mientras hacía estas tarea tenía que estar atento a que no se acerquen, era una situación complicada”, relata el médico.

Parenti destaca que desde que comenzó la cuarentena se le sumaron más horas en el hospital, las visitas domiciliarias, las consultas virtuales, además de la investigación y la redacción de protocolos y recomendaciones que cambian permanentemente, por lo que decidió alquilar un espacio cerca de su casa para desarrollar sus tareas. Cuando se enteró de esta situación, su vecino que estaba pasando la cuarentena en lo de su novia, le dejó su casa sin cobrarle absolutamente nada, “es la forma que tengo de ayudar, me dijo”, relata Parenti.

Las personas que hayan perdido el contacto con su médico deben comunicarse con su obra social para que les informe qué médicos o centros asistenciales están atendiendo de manera virtual, o bien informarse en la página web de Salud de la Municipalidad.

Producción Periodística:
Ileana Carrizo

Responsable Institucional:
Ileana Carrizo
Universidad Nacional de Rosario

Secretaría de Comunicación y medios Dirección de Prensa
varrabal@gmail.com
www.unr.edu.ar


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